El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, durante su intervención ante la junta general ordinaria de accionistas de abril
El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, durante su intervención ante la junta general ordinaria de accionistas de abril - EFE

El Popular, a tiro de opa, mientras la CNMV investiga su especulación bursátil

Entre los españoles, solo Santander y BBVA podrían digerir una operación de esta envergadura, que sería respaldada por Economía y Banco de España

Madrid Actualizado: Guardar
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Banco Popular está ante la gran encrucijada en sus 90 años de historia. Seguir en solitario, algo cada vez más complicado porque parece haber perdido la confianza del mercado, o ser absorbido por una entidad de mayor tamaño que, a su vez, evite que caiga en manos de inversores con un perfil más especulador. Una opción esta última que cobra fuerza entre los inversores consultados por ABC.

Mientras, según ha podido saber este periódico, ante la intensísima caída de su valor en Bolsa en el último año, y la fuerte posición a corto de muchos especuladores, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ni lo confirma ni lo desmiente, ha abierto una investigación para analizar esta situación.

Y es que en el sector se han disparado las sospechas de un ataque intencionado contra la acción del Popular desde las mismas tripas del banco, -tal y como adelantó ABC-, de accionistas y consejeros (entre los que están el mexicano Antonio del Valle, el vicepresidente José María Arias y la consejera Reyes Calderón), que no aprueban la gestión del actual equipo directivo, con Ángel Ron a la cabeza, por lo que han intentado cerrar por su cuenta una fusión con el Sabadell. Una operación que, por cierto, el resto del consejo no ve lógica ni adecuada.

Sin embargo, coinciden los analistas consultados, en que el sexto banco del país ofrece tres grandes atractivos hoy día para ser comprado: su bajo precio en Bolsa, que lo deja a tiro de una oferta pública de adquisición de acciones (opa); unos recursos propios que, descontado el precio de compra, supondría una jugosa inyección de capital al comprador, y grandes sinergias de costes.

«A estos niveles de valoración es difícil que se mantenga independiente», dice un gestor nacional de fondos de inversión. Las acciones del Popular cerraron ayer a 0,8 euros cuando su valor en libros ronda los 2,7 euros. Es decir, un descuento del 70% que hace cada vez más factible que otro gran banco «le ope».

Fuentes del mercado explican que el hecho de que la entidad cotice a un 30% de su patrimonio neto es un margen más que suficiente para un posible comprador. El Popular acumulaba a septiembre un patrimonio neto de 9.508 millones, frente a una capitalización en Bolsa de poco más de 3.200 millones. Esto supone, en primer lugar, que si una entidad lanza una opa por 4.000 millones, por ejemplo, vería incrementados sus recursos propios en más de 5.000 millones. Además, al comprar por debajo del valor en libros, el comprador se anotaría un cuantioso fondo de comercio negativo, activo que podría llevarse a beneficios.

El precio en una transacción de este tipo es siempre el elemento más importante, pero no el único. El Popular, por ejemplo, necesitaba elevar de forma sustancial las provisiones frente a pérdidas, por su elevada morosidad inmobiliaria, si bien a final de año prevé tener ya una cobertura de esos activos tóxicos del 50%, lo que ahorraría parte de ese trabajo a un hipotético comprador. En cambio, el Popular sí ofrece la opción de ahorrar costes.

La entidad presidida por Ron -que, por cierto, siempre ha afirmado que si recibieran una oferta interesante se estudiaría- registra unos gastos anuales de unos 1.600. Teniendo en cuenta que en el caso de ser absorbido por uno de los grandes bancos del país se producirían grandes solapamientos de sucursales y plantilla, el grupo resultante podría obtener unas sinergias de gastos que fuentes financieras estiman en torno al 40% de la citada cifra, unos 650 millones. «Los bajistas están presionando mucho y ya tienen más del 8,6% del capital», recuerda Victoria Torres de Self Bank.

Santander o BBVA

La gran duda es quién podría digerir el Popular, con casi 129.000 millones de euros en activos. Ese tamaño y los retos de gestión que requiere hace que a día de hoy únicamente Banco Santander y BBVA tengan pulmón suficiente para llevar a cabo una operación de ese calado, y si bien ni uno ni otro parecen tener interés en crecer en capacidad instalada en España, sí aspiran a ganar cuota de mercado en el país. La integración del Popular no solo reportaría esos 129.000 millones, sino presencia en un negocio tan rentable como el de las pymes, en el que es especialista. De hecho, descontado el lastre inmobiliario, el Popular presenta un beneficio anual cercano a los 1.000 millones: una cifra nada desdeñable para un posible comprador.

Ahora bien, una operación de este calado debe contar eso sí con el visto bueno del Ministerio de Economía y del Banco de España. Al respecto, y según fuentes financieras, las autoridades verían mejor la absorción del Popular por uno de los grandes grupos bancarios del país que su toma de control por otro tipo de inversores, como los que quiere aportar Del Valle.

En Renta 4, sin embargo, son optimistas con el Popular y otorgan a sus acciones un potencial de revalorización superior al 50% y sitúa su precio objetivo en 1,23 euros, ya que consideran elementos en el banco que podrían ayudar al valor, como la mejora de la rentabilidad, el saneamiento del balance o la actual reestructuración.

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