El plátano de Canarias se juega su última carta ante Bruselas
Los ministros europeos no abordaron en la PAC de esta semana el recorte de las ayudas que puede condenar al sector
El plátano de Canarias termina una «semana horribilis», en la que los ministros de Agricultura de la Unión Europea pactaron las líneas maestras de la nueva Política Agraria Común (PAC) aunque dejaron como asignatura pendiente cualquier decisión sobre el recorte del 3,9% en los fondos destinados a las Regiones Ultra periféricas o RU (Islas Canarias, Martinica, Guayana Francesa, Reunión, Guadalupe, Mayotte, San Martín, Azores y Madeira). Una cifra que para la PAC solo supone el 0,01% de su actual dotación. En concreto, para el plátano representa una merma de 10 millones de euros anuales entre 2021 y 2027 en el Programa Comunitario de Apoyo a la Producciones Agrarias (POSEI), y soportando una inflación aproximada del 20% en este periodo. Este programa está congelado desde 2007, y dependen de este la supervivencia de más de 15.000 familias canarias. Una actividad que es el otro gran «motor» económico de las islas ( 430 millones anuales ).
Una vez que el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea no pasó a la acción, a pesar de los planteamientos expresados por parte de España, Francia y Portugal (el ministro Planas pidió ante el resto de sus homólogos «mantener el apoyo financiero a las Islas Canarias»), es el turno de los «trílogos» . La última «bola de partido» para el sector del plátano si quiere evitar que los fondos europeos sean recortados durante los próximos siete años. Unas reuniones entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea -quien propone el recorte- y el propio Consejo -con presidencia alemana- para cerrar la próxima PAC.
En declaraciones a ABC del presidente de la patronal Asprocan, Domingo Martín Ortega, «el Trílogo podría reunirse y tomar la decisión en cualquier momento y el sector primario de las RUP se lo juega todo en esta última oportunidad» . Al respecto, el máximo responsable de la asociación, que agrupa al 100% de los más de 8.000 pequeños productores canarios de plátanos, recuerda que el pleno de la Eurocámara aprobó «por amplia mayoría» incrementar el POSEI y que la Comisión Europea debería cumplir con este mandato.
Domingo reconoce su perplejidad porque la suerte del sector sea todavía incierta: «Estas ayudas se negocian cada siete años, si perdemos el tren, no podremos volver a cogerlo» , advierte el presidente de Asprocan, quien considera que aceptar el recorte minaría la viabilidad futura de esta actividad. En el sector rechazan que este apoyo se pudiera prestar desde los estados. Por este motivo, tras reconocer que «el Gobierno de España ha sido el más activo de los países RUP (España, Portugal y Francia)» en sus reivindicaciones pide que defienda «con perseverancia» el mantenimiento de estos fondos y mayor implicación de los ejecutivos portugués y galo. Al respecto, Domingo recuerda que «su agricultura se está jugando también su futuro», en referencia a territorios como la Guayana Francesa o Madeira.
Un producto popular
Desde el sector suelen destacar que su mayor activo es la popularidad entre los consumidores españoles, su principal mercado, con una penetración del 96% , junto con Suiza y, en mucha menor medida, Alemania. A modo de anécdota, la fruta oficial de la actual edición de la Vuelta Ciclista es el plátano. «El consumidor y su aprecio son el mayor activo y ánimo que recibimos los productores», resume Domingo, quien recuerda que un millón de kg de plátanos diarios son enviados a la Península, lo que permite compensar la elevada dependencia exterior del archipiélago.
En concreto, al año se producen de media más de 400.000 toneladas de plátanos que representan más del 85% de las exportaciones agrícolas canarias y el 70% de toda la producción comunitaria. Sin embargo, desde hace décadas se enfrentan con la competencia de producciones de terceros países (las bananas) quienes entran en el mercado comunitario con unos precios muy inferiores. El máximo responsable de la patronal del sector tacha esta política «de precios de derribo constantes» , y les acusa de no cumplir con las regulaciones medioambientales o de seguridad que se les exige a los productores europeos. Una crítica reiterada por las principales organizaciones agrarias españolas (Asaja, COAG y UPA).
Se da la circunstancia de que Canarias recibe al año 268 millones de euros para la conservación de su agricultura y que, en el caso del plátano, la dotación del Programa Comunitario de Apoyo a la Producciones Agrarias (POSEI) está sujeta a la producción comercializada por cada productor. Un modus operandi muy singular frente a otros criterios como la superficie cultivada o la condicionalidad medioambiental y que busca, aseguran fuentes del sector, incentivar la actividad exportadora.
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