El plan de choque del Gobierno solo servirá para rebajar la inflación entre medio punto y un punto

Con la inflación rozando el 10% , según el avance del dato de marzo publicado este miércoles por el INE, el ambicioso plan de choque aprobado este martes por el Gobierno en el Consejo de Ministros para contener la espiral inflacionista, con sus 16.000 millones en ayudas y apoyo financiero para empresas y particulares y con todo su aparato de intervención de los beneficios de las eléctricas para bajar el precio del recibo de la luz, rebaja por decreto de los márgenes de las grandes petroleras para reducir 20 céntimos el precio del litro de gasolina y ayudas millonarias para los sectores más afectados por la crisis, apenas va a conseguir rebajar medio punto o hasta un punto en el mejor de los casos la tasa actual del IPC, según las primeras estimaciones realizadas por los expertos.

Consideran éstos que las corrientes de fondo que tiran hacia arriba de los precios son más poderosas que un paquete de ayudas muy focalizado en los colectivos más afectados por la crisis y cuyo impacto en determinados campos como el precio de la luz está aún por ver. El servicio de Estudios de la Fundación de las Cajas de Ahorros ( Funcas ), uno de los más prestigiosos del país y que este miércoles ha actualizado sus previsiones para 2022 y 2023, subraya que se trata de un paquete transitorio , que mientras esté en vigor restará un punto a los actuales niveles de inflación.

Menos generoso con el impacto del plan gubernamental es el Instituto de Estudios Económicos ( IEE ), que estima su impacto en alrededor de medio punto del IPC. El director general del IEE, Gregorio Izquierdo , advierte de que su estimación no tiene en cuenta la maniobra del Gobierno para limitar el precio con el que el gas entra en el sistema eléctrico por la incertidumbre en torno a su impacto real, pero sí estima que la rebaja de 20 céntimos en el precio de los carburantes solo va a servir para reducir medio punto la inflación.

Un pequeño alivio para un contexto en el que la inflación está absolutamente descontrolada y ha retornada a niveles que no se veían en España desde hace casi 40 años, a lomos de la espiral de los precios de la energía que se inició en marzo del año pasado y la invasión rusa de Ucrania.