Las exigencias de Podemos provocan que el Pacto de Toledo encalle hasta la próxima legislatura

La formación morada se desmarca y descarrila la comisión que trabaja en las recomendaciones sobre el futuro de las pensiones en las que llevaban trabajando más de dos años

Un grupo de pensionistas que se concentraron hoy en el Congreso de los Diputados pidiendo mejoras en sus prestaciones derriban las vallas que protegían el edificio de la cámara baja donde hoy se celebraba una reunión del Pacto de Toledo EFE

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Las recomendaciones del Pacto de Toledo tendrán que esperar a la próxima Legislatura. Los trabajos de la comisión parlamentaria que trata esclarecer el futuro de las pensiones han oficializado hoy su parálisis al no lograr un acuerdo sobre un documento en el que llevaban más de dos años trabajando. Tal y como avanzó ABC , el adelanto electoral ha terminado por estallar unas negociaciones que la actitud del PSOE de legislar por libre ya había desgastado y, además, dado a la oposición la excusa perdecta para no poner sobre la mesa un acuerdo que Pedro Sánchez podría rentabilizar en las urnas.

Hoy, sin embargo, todos los grupos señalaban a Podemos como responsable del fin de las negociaciones al anunciar más votos particulares a las recomendaciones que ya estaban casi cerradas y sin avisar de dicho posicionamiento al resto de grupos. En palabras de Gerardo Camps, el portavoz popular en la comisión, Podemos «se ha quitado la careta» y ha demostrado finalmente que «no cree en el Pacto de Toledo». «Estoy muy triste» , ha aseveradola presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo, Celia Villalobos.

Fuentes de la comisión explican que en la reunión de hoy sólo el PSOE y PNV se mostraban a favor de acelerar los trabajos para presentar el dictamen final antes del 5 de marzo , fecha en que se disolverán las Cortes. «Es una falta de respeto acelerar una negociación que no hemos logrado cerrar en más de dos años sólo por rentabilidad electoral», aseguran en el entorno de Podemos.

El Pacto de Toledo lleva intentando deshacer la madeja en la que está enredado desde que en septiembre pasado acordara volver a ligar la subida de las pensiones al IPC . Fue el primer fruto de unos trabajos que habían comenzado más de año y medio antes con el objetivo acuciante de poner sobre la mesa alternativas para asegurar la financiación y sostenibilidad del sistema público, para el que este año había presupuestados 153.864 millones, un 6,2%. Es la cifra más alta de la historia.

El desfase entre los ingresos y gastos de la Seguridad Social lejos de reducirse, sigue aumentando. La subida general del 1,6% y del 3% para las pensiones mínimas y no contributivas aplicadas en 2018 y este año han elevado la factura de las jubilaciones a cifras desconocidas, y el déficit del sistema público amenaza con escalar, de nuevo, hasta cantidades históricas. El pasado enero el gasto en prestaciones se disparó un 7% , hasta hasta la cifra récord de 9.535,5 millones de euros. Hay que remontarse a 2009 para encontrar una tasa interanual de gasto en pensiones próxima a la registrada el primer mes del año.

A la salida de la reunión de hoy, Gerardo Camps , ha señalado que el acuerdo «no está suficientemente maduro el contenido y que, dado que se han convocado elecciones y se van a disolver las Cámaras, deberían dejarse el acuerdo a la próxima Legislatura por una cuestión de respeto democrático». «Que el último día y a última hora se cierre un acuerdo», ha dicho Camps, «es como decir que se lo dejamos acordado (a la comisión de la nueva Legislatura) cuando les correspondería a ellos tomar una decisión».

Por el contrario, la portavoz socialista Mercé Perea , ha tachado de «electoralismo» el fin de las negociaciones y ha considerado injusto que eche por tierra un acuerdo que «estaba hecho». «Esta comisión no sirve para implantar un programa electoral, estamos buscando el consenso, que es lo mejor que le podemos decir a la ciudadanía», ha aseverado Perea. «Es una falta de respeto que hoy se venga con cien mil recomendaciones que no hemos vistoy que no conocemos», ha dicho en alusión a Unidos Podemos.

El portavoz de Ciudadanos, Sergio del Campo , ha considerado que la convocatoria de elecciones «ha precipitado ahora todo» y, por lo tanto, no era partidario de cerrar un «Pacto de Toledo en falso». Por su parte, el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, ha considerado la actitud de Unidos Podemos «una irresponsabilidad», aunque ha dicho que "tampoco ha ayudado la decisión del presidente Sánchez de convocar elecciones tan pronto». «Desde 1995 nunca había ocurrido y es la demostración de que en la actualidad la política española tiene enormes dificultades para generar acuerdos. En materia de pensiones no hay espacio para la disidencia partidista, debe haber esfuerzo en la construcción de los consensos», ha añadido.

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