La millonaria fiebre del NFT convulsiona el coleccionismo y el arte digital

Bajo la creciente sombra de la burbuja, esta tecnología basada en el blockchain revaloriza todo tipo de activos virtuales hasta extremos insospechados

Todos los días: los primeros 5.000 días', de Beeple

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En marzo se ha vendido un cuadro digital por 69 millones de dólares, un cromo virtual de Cristiano Ronaldo por 289.920 dólares y se ha hecho una puja para comprar por 2,5 millones de dólares el primer tuit de la historia. Estas son algunas de las noticias que han surgido en relación con una tecnología llamada NFT que está revolucionando el mundo del arte y del coleccionismo. Se trata de un sistema de cadena de bloques, o blockchain, que ha desatado la locura por adquirir archivos digitales como si fueran objetos tangibles como cuadros, cromos u otros objetos de colección.

«Un NFT permite verificar la autenticidad y originalidad de un contenido digital, algo que se había perdido con internet y su capacidad de reproducir copias hasta el infinito», explica Covadonga Fernández, directora del Observatorio Blockchain, una plataforma que promueve el desarrollo de la tecnología de cadena de bloques. En otras palabras, un NFT registra toda la historia de un archivo digital, incluyendo quién lo creó, quién es su dueño y por cuántas manos ha pasado.

Las siglas NFT están formadas por las palabras inglesas ‘non-fungible tokens’, que en español serían ‘tokens no fungibles’. Ser ‘no fungible’ significa que es un archivo digital que no puede ser reemplazado por algo similar. Sólo hay un primer tuit de Twitter, no dos.

Recientemente se vendió un NFT de un cromo digital de Cristiano Ronaldo por 289.920 dólares en Sorare, una plataforma de liga de fantasía como Comunio. Ese cromo virtual no es fungible, es decir, no puede ser intercambiado por otro igual sino por algo diferente. Esa es una gran diferencia que tiene el NFT con otras tecnologías blockchain como el bitcoin, ya que un bitcoin puede ser cambiado por otro. Pero sólo hay un cromo digital de Cristiano Ronaldo en Sorare, lo que añade un elemento de escasez que encarece el valor del archivo.

Los NTF permiten demostrar la propiedad del archivo mediante la transparencia y descentralización que garantiza la cadena de bloques, según proclaman los defensores del blockchain. «Tenemos la trazabilidad y la transparencia en una red pública que permite identificar al creador de un contenido y su actual propietario», comenta Luis Martínez, fundador de Staxe, una plataforma que emplea el blockchain para apoyar producciones creativas.

Internet es un canal enorme para distribuir creaciones digitales que pueden ser copiadas y reproducidas infinitas veces. Esa característica de La Red provoca que pueda ser difícil identificar al creador del contenido que es dueño de los derechos de una imagen, canción, vídeo o meme. «Tecnologías como los NFT empoderan al creador porque ahora tienen la historia completa de su creación. Se da más valor al artista», dice Martínez.

Futuro prometedor

La capitalización de mercado de los NFT podría alcanzar los 1.300 millones de dólares en 2021, un 284% más que los 338 millones de 2020, de acuerdo con datos de la consultora Messari y de la empresa canadiense NonFungible, compartidos por Covadonga Fernández, del Observatorio Blockchain. «Según NonFungible, la industria de los NFTs registra en la actualidad más de 43 millones de dólares en transacciones semanales», comenta Fernández .

Los archivos centrados en el coleccionismo de arte y del deporte son los que hasta ahora más auge han experimentado. En el deporte, la NBA tiene una plataforma de archivos coleccionables llamada Top Shot con la que ha generado más de 150 millones de dólares vendiendo versiones digitales de algunas de las mejores jugadas de las estrellas del baloncesto. En Top Shot se pueden comprar sobres digitales, al estilo Panini, donde aparecen cromos de algunas jugadas con un NFT. Este mes se vendió por 200.000 dólares un NFT de un mate de Lebron James.

Entre otras excentricidades, el artista digital Beeple ha vendido por 69 millones de dólares un monumental collage digital titulado ‘Todos los días: los primeros 5.000 días’ en una subasta por Christie’s. El cuadro virtual, con un NFT, recopila cientos de obras que había creado Beeple durante 13 años y medio. Es el tercer precio más alto para un artista vivo en una subasta, récord mundial para una obra de arte digital y el precio más alto alcanzado nunca para una subasta online.

Elon Musk se apunta

Elon Musk también se ha apuntado a esta tendencia. El fundador de Tesla compartió una creación suya en redes sociales que vendía con un NFT. Se trata de un vídeo con una canción tecno sobre NFT que decía: «NFT para tu vanidad. Las computadoras nunca duermen. Está verificado. Está garantizado». Un postor le daba 1 millón de dólares por el tuit con la canción, oferta que Musk rechazó y tras la que decidió retirar su vídeo de la venta.

¿Existe una burbuja con los NFT? «Puede ser, desde mi punto de vista, creo que en este momento existe un boom desmedido, pero lo importante es que se inicia un nuevo modelo de consumir productos culturales y creativos», comenta Fernández, quien insiste en los beneficios que trae la tecnología para los artistas. «Hasta ahora, los creadores de obra digital no tenían manera de autentificar su obra y el blockchain les ha permitido autentificarla», añade.

«Mi visión muy personal es que estos precios de 69 millones no es una burbuja, estamos ante la génesis de una nueva tecnología», comenta Martínez, de Staxe.

El mercado de NFT asiático y norteamericano son por ahora los principales a nivel global. Hasta el momento, España cuenta en este segmento con criptoartistas muy bien posicionados como es el caso de Javier Arrés.

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