Menos poder adquisitivo y más búsqueda de ofertas: así consumiremos los españoles después del coronavirus

Un 29% de los encuestados afirman haber cambiado de supermercado de forma temporal y un 6% señala que el cambio será definitivo una vez que se dé por finalizado el estado de alarma, según un informe de Oliver Wyman

Venta en supermercado/ La cesta de la compra es más cara VALERIO MERINO/ ATLAS
Teresa Sánchez Vicente

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La crisis del coronavirus y el confinamiento ya están cambiado los hábitos de consumo de los españoles. El principal factor que determinará nuestra futura forma de comprar será la pérdida de poder adquisitivo, ya que un 58% de los hogares españoles admiten haber sufrido una reducción de los ingresos por la pandemia, según un informe de la consultora Oliver Wyman realizado en base a encuestas periódicas. A esto se suma que el 29% de los encuestados aseguran que ahora gastan más en alimentación , aunque esta tendencia podría ir a menos tal y como está ocurriendo en Italia por «el posible proceso de desaceleración económica que estaría limitando la capacidad de compra de los hogares», según se extrae del estudio de la consultora.

«Es evidente que esta crisis se verá reflejada en la economía de los hogares españoles y por tanto en su poder adquisitivo. En estas circunstancias, el consumidor generalmente siempre prioriza el precio y el descuento como variables en su decisión de compra», interpreta María Miralles, responsable del área de retail y gran consumo de Oliver Wyman.

Por otro lado, el miedo al contagio ha conllevado una reducción de la frecuencia con la que vamos al supermercado. Por ejemplo, el porcentaje de británicos que afirma ir con menor frecuencia a la compra ha pasado de un 30% a un 59% y este dato es aún mayor en España con un 73% frente al 63% de los entrevistados dos semanas antes. La disminución en las ocasiones de compras plantea así «un verdadero desafío operacional para las cadenas de alimentación por la necesidad de predecir la demanda del consumidor», señala Miralles.

El aumento de costes por la inversión en equipos sanitarios, contratación o primas abonadas al personal y también por las dificultades logísticas han impactado en las cuentas de resultados de las grandes cadenas de distribución. «La presión de los costes en las cuentas de resultados de las cadenas de alimentación ha aumentado debido al incremento tanto de los costes en origen como de los costes operacionales En algunos países, los consumidores están percibiendo una subida de precios, en algunos casos en forma de menos promociones y en otros, como subida de precios de lineal», puntualiza Miralles.

Al mismo tiempo, la necesidad de hacer la compra en el menor tiempo posible , donde se pueda y en base al surtido que se encuentra, conlleva que los consumidores sean más infieles a las marcas. En este sentido, un 29% afirma haber cambiado de supermercado de forma temporal y un 6% señala que el cambio será definitivo una vez que se dé por finalizado el estado de alarma.

Más digitales

Los españoles también están considerando nuevas formas de consumo para no tener que desplazarse al supermercado y para ello, recurren a la compra por internet. El 6% afirmanhaberse cambiado a la compra por internet al menos temporalmente y un 4% dice que seguirá llenando la cesta de esta forma cuando pase la pandemia del coronavirus . Antes del confinamiento, el 7% de los españoles ya habían comprado online frente al 16% de los consumidores en el resto de los países analizados. Para aprovechar bien este nuevo patrón, Miralles indica que «las cadenas de alimentación con presencia online ya establecida deberán continuar invirtiendo en esta área para poder satisfacer el incremento de la demanda». «Esta tendencia se seguirá acelerando en el tiempo y se mantendrá después de las primeras fases de la crisis como ya hemos observado en China», añade Miralles.

En este escenario, el canal online de los supermercados en España se ha colapsado ante la avalancha de pedidos y más de la mitad de los encuestados critican la falta de horario disponibles de reparto y el 66% se quejó de falta de productos. Sin embargo, existen tendencias que las cadenas de alimentación podrían convertir en oportunidades de crecimiento ya que, por ejemplo, un gran número de encuestados dice que está comprando más productos de líneas básicas y lotes de tamaño familiar, especialmente en España e Italia. «Las cadenas de alimentación que saldrán reforzadas de esta crisis son las que, por un lado estén actualmente mejor posicionadas para responder a las nuevas necesidades de cliente, como por ejemplo el servicio de entrega online y por otro consigan adaptarse a estas nuevas necesidades de manera más ágil y rápida», sentencia Miralles.

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