El presidente del BCE, Mario Draghi
El presidente del BCE, Mario Draghi - REUTERS

Mario Draghi pone fecha de caducidad a la expansión monetaria

El presidente del BCE ha señalado este lunes que espera que la inflación en la zona euro se acerque finalmente al objetivo del 2% a finales de 2018 o principio de 2019

CORRESPONSAL EN BERLÍN Actualizado: Guardar
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Mario Draghi ha dado una importante pista sobre la fecha tope para su política expansiva durante la reunión anual del Fondo Monetario Internacional. El presidente del BCE ha señalado este lunes que espera que la inflación en la zona euro se acerque finalmente al objetivo del 2% a finales de 2018 o principio de 2019, lo que significa que esa sería la fecha de caducidad de la era de tipos bajos y medidas no convencionales, que mantendrá “mientras sea necesario”. Hasta el momento, Draghi no ve señales de que la política de alivio monetario esté generando burbujas en los precios de los activos, ni tampoco pruebas de que la baja inflación se haya enquistado en la fijación de los salarios, un gran peligro para Europa, ya que un crecimiento pequeño de los sueldos podría perpetuar la inflación baja.

Esto quiere decir que no hay motivos para giros anticipados en su política y que la hoja de ruta indica que seguirá inyectando dinero en la economía europea hasta 2019.

"Para fines de año o en los primeros meses del próximo, la inflación debería subir y acercarse al 1%, y más tarde, por encima del 1%, sobre todo por el efecto base de los precios de la energía", comentó Draghi sobre el esperado proceso de evolución, "por tanto, la tasa de inflación seguirá subiendo (...) para que nuestro objetivo sea alcanzado a fines del horizonte de previsión, en 2018 o el comienzo del año siguiente".

El BCE lleva tres años y medio sin poder cumplir su objetivo de inflación, cercano al 2%, un periodo de tiempo suficiente como para que comience a dañarse su credibilidad y que da que pensar sobre cuál sería la situación real de la economía europea si la entidad central no se hubiese lanzado a una política expansiva sin precedentes.

Draghi defendió, en su defensa y como ejemplo de un punto a favor, que el crecimiento de la zona euro parece haberse estabilizado y que podría seguir así durante el resto del año. Pese a todo, el panorama presenta riesgos bajistas, debido a claves geopolíticas y a un crecimiento menor al proyectado en el comercio mundial. Pero también defendió la necesidad de mantener sus política, a pesar de reconocer que tienen riesgos y efectos secundarios negativos, Draghi señaló que no ha detectado nada que pueda ser considerado como burbujas en los precios de los activos y se niega a considerarse responsable de los apuros por los que pasa el margen de negocio de los bancos que deben contar con esta situación al menos durante los dos próximos años.

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