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Decenas de personas hacen sus actos de compra en el «Black Friday». En la imagen, en una tienda de México - AFP

«Black Friday»El lado oscuro del Black Friday: precios «inflados» y compras compulsivas

Expertos como el doctor Savín aportan claves para que el ciudadano no se deje llevar por las compras desmedidas ante posibles «chollos»

Madrid Actualizado: Guardar
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Viernes negro. Es la traducción de la fiesta del consumismo masivo originaria de Estados Unidos y que se celebra al día siguiente del Día de Acción de Gracias. A pesar de que el término Black Friday surge en 1966 en Filadelfia, no será hasta 1975 cuando se popularizó el término, que describía el estado de colapso que sufrían las calles y carreteras 24 horas después de la fiesta más popular en este país. El caos se ha extendido ahora a las tiendas y la «moda» ha tenido una acogida frenética en Occidente. Nuestro país ha «confrontado» este año al cuarto «Black Friday» consecutivo, con un éxito rotundo de ventas, jugosos descuentos e incentivos que se prolongarán en días consecutivos, con la celebración, el lunes 28, del «Cibermonday».

Carteles de un 20% a un 70% actuarán como iluminaria invitando al consumo desmedido. El bolsillo se resentirá, a veces, engañado por productos que se camuflan de compra perfecta para ocultad su poca rentabilidad. Y es que en muchos casos, los descuentos ofrecidos en un buen número de comercios no son tal.

Precios hinchados

Facua-Consumidores en Acción ha alertado esta semana de que muchas tiendas, conscientes del tirón que tendrán durante estos eventos, suben premeditadamente sus precios durante las jornadas anteriores al Black Friday. De esta forma, cuando aplican un descuento lo hacen sobre el precio «inflado» y deja al producto en la práctica sin ningún tipo de rebaja. «Estas irregularidades suponen un fraude para los consumidores y una práctica de competencia desleal», ha sostenido Facua, que también ha denunciado que «las autoridades de consumo no controlan estos casos».

El Black Friday también se celebra en ciudades como Londres
El Black Friday también se celebra en ciudades como Londres - REUTERS

«Este estado de ofertas permanentes difumina el precio de referencia y desorienta al consumidor, impidiéndole saber si realiza realmente un ahorro en el momento de su compra», informan desde Asgeco.

Adicae también ha denunciado estos «timos», destacando la importancia de prácticar un «consumo crítico y responsable» para evitar caer en las falsas gangas. Para ello, la asociación recomienda siete pasos: comparar, realizar un presupuesto realista, desconfiar de las facilidades en la financiación, informarse de la política de devoluciones, exigir factura, ejercer los derechos de desestimiento y, en último caso, reclamar.

Los últimos puntos son determinantes. Hay que tener en cuenta que muchos españoles utilizarán estas ofertas para realizar sus compras navideñas. Por ello es importante comprobar los plazos de devolución, ya que todavía falta un mes para que lleguen estas fiestas.

No solo al bolsillo puede repercutir esta jornada de descuentos. Lo que para los comercios serán incentivos positivos, y un extraordinario impulso a la cuenta de resultados, será para otros un momento de tensión, incluso de reflexión contenida, o de empujón irrefenable a echar mano a la tarjeta de crédito. Para todos los que ven estos despilfarros como algo negativo, sirvan los consejos que proporcionan algunos expertos para controlar compras compulsivas, como el psicólogo Xavier Savín.

AFP
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Este especialista apremia en declaraciones a ABC que la clave para no dejarse llevar estriba en «sustituir una compra emocional por una compra racional y saber diferenciarlas». Así, detalla, las características de una compra emocional, que consiste en «dar un paseo por los comercios sin objetivos concretos», «desconocer el precio y las características del producto que me interesa adquirir», «no programar el tiempo a dedicar ni el itinerario que seguiré para hacer la compra», y «no fijar un presupuesto».

Al contrario, un buen acto de compra será aquel que «haya sido programado con calma, teniendo en cuenta nuestras necesidades reales»; además, se conoce el producto y el precio; se dedica el tiempo necesario a realizar las compras, «el objetivo no es pasar el día», sintetiza el doctor Savín; además de disponer de un presupuesto cerrado para el día del consumo y, «en caso de encontrar un producto por sorpresa que no teníamos pensado, no hacemos la compra de manera inmediata -emplaza el psicólogo-, sino que dedicamos unos minutos a valorarlo».

«No caer ante las gangas»

Ante lo que simila ser ante el ojo del consumidor una posible «ganga» o «chollo» inevitable, el doctor Savín emplaza a aumentar las dosis de autocontrol. Y esto solo se conseguirá dotándose de cuatro armas:

«1. Dedicar un tiempo a reflexionar sobre cuál ha sido nuestra manera de actuar en el pasado (podemos ver en las cuentas el gasto que realizamos en anteriores periodos de rebajas).

2. Nos marcamos unos objetivos, o límite de presupuesto.

3. Podemos ir "entrenando" las estrategias que nos ayudan a mantener un gasto racional durante el Black Friday, las Navidades, por ejemplo, nos ayudaría a coger la costumbre de pagar en efetivo o eliminar los centros comerciales de los lugares por los que solemos pasar el tiempo libre.

4. Ponerlo en práctica: compra aquello que has programado con el dinero en efectivo necesario (a poder ser, sin tarjetas)».

La comparativa de lo gastado en uno y otro periodo podrá reforzar el control sobre el consumo propio, remarca el doctor Savín.

Además, el psicólogo añade unas recomendaciones que servirán como reflexión previa al acto de compra. Invita al consumidor a responder a tres interrogantes:

«Respóndete a estas tres preguntas: por qué estas fechas pueden ser un problema para mí, qué debo hacer para no gastar más de la cuenta y si está a mi alcance hacerlo»

«1. ¿Por qué el Black Friday puede ser un problema para mí?

2. ¿Qué debería hacer para no gastar más de la cuenta?

3. ¿Está a mi alcance cumplir al respuesta que he dado a la pregunta número 2, puedo hacerlo?».

Y, como si de un propósito de nuevo curso o nuevo año se tratase, Xavier Savín reta a los lectores s completar esta fórmula: «Hoy empiezo con estos nuevos hábitos que sé que me resultarán de ayuda: por ejemplo, hoy hago una pequeña acción como programar las compras, y mañana sigo con otra, como no pasear con mucha frecuencia por centros comerciales....».

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