Isolux dividirá su actividad en tres empresas

El consejo de administración de Isolux Corsán ha aprobado hoy el plan de viabilidad del grupo que contempla la separación de su actividad en tres compañías y persigue asegurar la continuidad de los proyectos rentables, así como conservar el «mayor número posible de puestos de trabajo».

Así, una sociedad agruparía los proyectos en curso y en cartera que tienen o generarán caja positiva; otra aglutinaría obras cuyas necesidades de financiación adicional para su culminación son inferiores al riesgo contenido por garantías y avales; y otra el resto de las actividades, incluidos todos los activos que están en proceso de desinversión.

La primera de las compañías o 'Goodco' gestionaría 204 proyectos en 13 países, tendría una cifra de negocio superior a 500 millones de euros en 2017, que se elevaría a más de 700 en 2019, y una cartera de pedidos de 1.000 millones de euros.

Esta empresa permitiría conservar más de 1.000 de los 5.000 empleados que suma Isolux, según han explicado a Efe fuentes de la compañía, que han añadido que existen proyectos adicionales cuya incorporación a esta primera empresa está siendo analizada y que podrían permitir salvar otros 1.000 empleos.

«La dirección de la compañía, los principales accionistas y los asesores han abordado el proceso de reestructuración con el objetivo de mantener el mayor número posible de puestos de trabajo, limitar los riesgos asociados a las garantías en vigor y facilitar la continuidad de la empresa a través de los proyectos que tienen viabilidad operativa y financiera», según el comunicado.

Por otra parte, el consejo de administración ha recibido información sobre el proceso de búsqueda de un inversor, añade la nota, en el que se asegura que diversos inversores financieros e industriales disponen ya de la información facilitada por Isolux Corsán.

Para la compañía, el plan de viabilidad despeja el escenario para que los inversores avancen en el proceso de análisis y materialicen sus muestras de interés. En paralelo, mantiene su intención de vender sus activos concesionales, un proceso que, asegura, «sigue su curso, sujeto a las cautelas y requerimientos» que establece la norma que regula los preconcursos.

La operación más relevante es la venta de las líneas de transmisión en operación o ya construidas en Brasil. Estaba previsto que el consejo de Isolux, que presentó concurso de acreedores en abril, aprobara también hoy las cuentas de la compañía correspondientes a 2016, que ha quedado aplazada por tercera vez dado el impacto del plan, elaborado por la consultora especializada en reestructuraciones Álvarez & Marsal, en «la situación actual y futura de las operaciones y en el balance».

Por ello, ha solicitado un período de tiempo adicional para revisar las cuentas y volverá a reunirse antes de que finalice mes de mayo para formular los resultados del pasado ejercicio y los estados financieros correspondientes. Una vez presentadas las cuentas, la firma contará con un plazo de 30 días para convocar la Junta General de Accionistas para su ratificación.

Preconcurso de acreedores

En marzo, Isolux aplazó la presentación de sus cuentas de 2016 y acordó solicitar el preconcurso de acreedores después de que la banca no lograra ponerse de acuerdo para dotarla de una nueva inyección de liquidez (de entre 200 y 300 millones) para afrontar gastos corporativos y reactivar proyectos.

Al acogerse a preconcurso, Isolux, cuya deuda financiera neta ascendía a unos 1.000 millones a cierre de 2016, disponía de un plazo de tres meses prorrogable por otro más para intentar alcanzar un acuerdo que garantice su viabilidad antes de entrar en concurso de acreedores (antigua quiebra).

En julio de 2016, Isolux acordó con sus acreedores un plan para su reestructuración por valor de más de 2.000 millones, de los que 1.400 correspondía a deuda irrecuperable y convertible en acciones.

En diciembre, los bonistas (que suman el 41,8%) y la banca se convirtieron en los principales accionistas de Isolux, encabezados por Caxibank (que ahora tiene el 10,6%), Santander y Bankia. Los anteriores accionistas diluyeron su participación al 5,43%.