La inversión foránea se hunde en Cataluña un 64% y se dispara un 259% en Madrid desde 2016

El desafío soberanista relega a la economía catalana en la lista de preferencias de los inversores exteriores

Roberto Pérez

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De cada cien euros que los extranjeros invirtieron en España el año pasado, 85 aterrizaron en la Comunidad de Madrid y solo seis en Cataluña. Fue el colofón a tres años de continuo descenso de la inversión exterior en suelo catalán, justo los tres años en los que el independentismo pisó el acelerador de su órdago contra el Estado.

Hasta 2016, Cataluña sobresalía en la lista de destinos preferentes de la inversión extranjera en España. Prosperó al punto de codearse con Madrid. Aquel año, Cataluña concentró el 31,4% del capital exterior que llegó a España, frente a un 44,1% que apostó por la Comunidad de Madrid. Por entonces, Artur Mas ya había empezado a desplegar la hoja de ruta del independentismo . Lo había hecho a partir de 2014, pero fue desde 2016 cuando los secesionistas instalados en la Generalitat pisaron el acelerador que condujo al golpe independentista de septiembre-octubre de 2017. Y fue justo a partir de 2016, coincidiendo con esa escalada del secesionismo, cuando las inversiones extranjeras empezaron a dar la espalda a Cataluña.

El resultado de conjunto ha sido demoledor: en solo tres años, de 2016 a 2018, la inversión extranjera se ha desplomado en Cataluña un 63,6%, mientras en el resto de España ha aumentado un 154,3%, gracias a la «locomotora» madrileña. En la Comunidad de Madrid, las inversiones extranjeras se han disparado en esos tres años un 259%.

Al final, el independentismo ha deteriorado el atractivo de Cataluña ante los inversores extranjeros y, al mismo tiempo, ha hecho brillar con más fuerza a la Comunidad de Madrid . Basta echar un vistazo a las estadísticas para comprobar que el peso que ha perdido Cataluña en la inversión extranjera lo ha ganado Madrid, y con creces. Sacó el máximo partido a 2018, un ejercicio de récord en este apartado. El año pasado, España recibió casi 49.000 millones de euros de inversión extranjera bruta; 41.180 millones en términos netos, descontando las desinversiones. Pero justo el año que más dinero recaló en España fue el que menos porción acabó en Cataluña, porque la inmensa mayoría de ese capital prefirió el horizonte económico que ofrece Madrid.

La situación catalana ha aumentado el atractivo económico de Madrid

El panorama se ha mantenido en lo que va de 2019: Cataluña sigue ampliamente sobrepasada por la Comunidad de Madrid en este particular. Con la desaceleración económica se están resintiendo los flujos de inversión que llegan a España, pero la gran mayoría siguen eligiendo el suelo madrileño. Durante el primer semestre, las inversiones exteriores se redujeron en España un 63,1% en comparación con el mismo período de 2018. De enero a junio, llegaron 17.600 millones de euros menos que en el primer semestre de 2018. Es cierto que la cifra alcanzada el año pasado fue totalmente extraordinaria, pero no es menos cierto que el primer semestre de este 2019 también ha sido peor que el de 2017.

Eso sí, incluso en este nuevo contexto de ralentización, la Comunidad de Madrid sigue siendo, de lejos, el mayor imán que tiene España para la inversión extranjera . Entre enero y junio, la economía madrileña acaparó el 64% de todos esos flujos de capital, frente a apenas el 12% que concentró Cataluña.

Caída continuada

Desde hace años, entre estas dos comunidades vienen a absorber, de media, las tres cuartas partes de la inversión extranjera que recala en España. Pero hace tiempo que, de ese gran trozo de tarta , Madrid se lleva un mordisco cada vez mayor. Cataluña hace años que lleva perdiendo atractivo ante los inversores extranjeros, una tendencia que se ha acentuado en los tres últimos años, coincidiendo con el desafío secesionista.

En el quinquenio 2010-2014, el 18,6% de la inversión exterior que llegó a España se quedó en Cataluña. Sin embargo, en el periodo 2014-2018, su cuota de participación se redujo al 15,75%. Y en el primer semestre de este 2019 ha sido del 11,99%. Mientras tanto, lo que ha perdido Cataluña lo ha ganado Madrid, que ha pasado de una cuota del 54,5% en el quinquenio 2010-2014, a un 62,6% en 2014-2018, y a un 63,7% en el primer semestre de 2019.

El economista Rafael Pampillón, catedrático de Economía de la Universidad CEU San Pablo y profesor del IE Business School, afirma que el desafío independentista está detrás del fuerte retroceso de la inversión extranjera en Cataluña en los últimos años. «La inversión se retrae por la misma razón que se han marchado empresas de Cataluña, porque el capital es miedoso y no se la juega ante un marco político incierto». «El inversor se piensa mucho dónde llevar su dinero» , advierte.

«La incertidumbre genera una situación de espera. La inversión se retrasa hasta que se aclara el escenario y, si persiste la situación, el dinero acaba yendo a otros lugares que ofrecen horizontes más despejados», afirma Pampillón, para explicar por qué aumenta la inversión exterior en Madrid a la par que cae en Cataluña. Eso sí, indica que la situación catalana acaba repercutiendo negativamente en el conjunto de la economía española, porque, a veces, el capital que iba a llegar a esa región no se desvía a otras comunidades españolas, sino que opta por otro país.

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