La inflación se dispara un 6,2% en EE.UU., la subida más alta en 30 años

El aumento disparado de los precios de la energía -el índice que mide el precio de la energía subió un 4,8% respecto a diciembre, y el de la gasolina, un 6,1%- ha salpicado a la alimentación, los coches de segunda mano y la vivienda

Joe Biden, presidente de Estados Unidos REUTERS

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Los precios en EE.UU. subieron un 6,2% en el mes de octubre respecto al mismo mes del año pasado, el alza más pronunciada en los últimos treinta años y una nueva muestra de que la inflación, al contrario de lo que esperaban las autoridades, podría no dar un respiro a finales de año. Respecto al mes de septiembre, los precios se incrementaron en un 0,9%, la mayor subida mensual en este año junto con la de junio.

La inflación ha sido una preocupación tanto para la Casa Blanca como para la Reserva Federal durante este año, aunque siempre pronosticaron que se trataría de una presión transitoria que aflojaría en los últimos meses del año, algo que no está sucediendo. Al contrario, el aumento disparado de los precios de la energía -el índice que mide el precio de la energía subió un 4,8% respecto a diciembre, y el de la gasolina, un 6,1%- ha salpicado a la alimentación, los coches de segunda mano y la vivienda , entre los sectores más afectados.

Joe Biden, que acaba de anotarse una victoria en el Congreso con la aprobación de una versión de su plan de infraestructuras, no tardó en reaccionar al dato de inflación, consciente de que el aumento de precios es algo de mucha sensibilidad política. «La inflación duele a los bolsillos de los estadounidenses y revertir esta tendencia es una prioridad máxima para mí» , dijo en un comunicado.

El presidente de EE.UU. aseguró que el motor de la subida de precios es la energía y defendió que desde que se tomaron los datos para el mes de octubre los precios del gas natural han bajado. Aún así, aseguró que ha instruido a la Comisión Federal del Comercio (FTC, en sus siglas en inglés) para que «combata cualquier manipulación del mercado o de los precios en el sector».

Pero la energía solo es parte de la razón de la presión inflacionista. Los atascos en la cadena de suministro , un factor que afecta a la economía global, están detrás de buena parte de la subida de precios y es difícil adelantar cuándo se solucionará el problema. Biden aseguró que su plan de infraestructuras contribuirá a deshacer los cuellos de botella en la cadena de suministro, pero esos son avances que ocurrirán a largo plazo, y el presidente pareció no tener soluciones inmediatas para ello. El martes, la Casa Blanca anunció un plan de inversión de 17.000 millones de dólares para ampliar la capacidad de los puertos y canales de EE.UU ., dentro de ese plan de infraestructuras. De manera más urgente, se dedicarán 243 millones de dólares en un plazo de 45 días para mejorar infraestructuras portuarias.

Mientras tanto, los precios en la cesta de la compra , en el alquiler de vivienda o en coches de segunda mano, siguen disparados, y los salarios de los estadounidenses, aunque han crecido en el último tramo de la pandemia por la escasez de mano de obra, no van a la par. La Fed se ha comprometido a utilizar todas las herramientas a su disposición para evitar el mayor de los temores: que la presión inflacionista se haga permanente . La más habitual es la subida de tipos de interés, pero la autoridad monetaria no quiere hacerlo mientras no se acabe de recuperar el mercado laboral. El empleo volvió a mejorar con fuerza en octubre, pero todavía quedan millones de puestos de trabajo por recuperar respecto al mercado previo a la pandemia.

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