Los taxistas de París se manifiestan este martes en la capital francesa
Los taxistas de París se manifiestan este martes en la capital francesa - REUTERS

Las huelgas de funcionarios y taxistas paralizan París

La manifestación de conductores pone en evidencia las incoherencias gubernamentales, entre la «desregulación» y la «regulación burocrática»

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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Francia en general y París en particular sufrirán este martes bloqueos y parálisis locales, nacionales, totales o parciales, víctimas de huelgas y manifestaciones de funcionarios, maestros, profesores, controladores aéreos y taxistas. Los sindicatos CGT, FO, Solidaires y FSU han invitado a los 5,6 millones de funcionarios franceses a ponerse en huelga y manifestarse, en toda Francia, para protestar contra el bloqueo de los salarios y la pérdida del poder adquisitivo de sus familias.

Para protestar contra la reforma de la enseñanza, los sindicatos de maestros y profesores, por su parte, han convocado una huelga que afectará en distinta medida a guarderías, escuelas e institutos. Los sindicatos de los controladores aéreos también han decidido convocar su propia huelga, para protestar contra unas condiciones de trabajo que consideran «degradantes».

También este martes, los taxistas de París han convocado huelgas, manifestaciones y «marchas caracol» para protestar contra la «competencia desleal» de las nuevas formas de taxis y «transportes con chófer», que están «amenazando» el sector. Se trata de movimientos de protesta corporativos que tienen orígenes muy diversos y un punto central en común: desencanto y cólera contra las muy distintas políticas del gobierno de François Hollande.

La huelga de los taxistas pone en evidencia las incoherencias gubernamentales, entre la «desregulación» y la «regulación burocrática», acentuando un inmovilismo que atiza todas las incertidumbres. La huelga de los controladores aéreos pone en evidencia la mutua incomprensión de un sector que sufre de manera particular la gran metamorfosis en curso del transporte aéreo.

La huelga de maestros y profesores es un «clásico» amenazante para un gobierno socialista, enfrentado a sector electoralmente sensible. La huelga de los funcionarios quizá sea la más grave y sintomática. La nómina y las pensiones de los funcionarios son desde hace años la principal «factura» de los presupuestos del Estado. Si los agricultores fueron durante muchas décadas el principal vivero electoral de las derechas, los funcionarios son el vivero central de las izquierdas desde los años 70 del siglo pasado. La huelga y manifestaciones de hoy confirman una crisis global de confianza entre la izquierda socialista y sus electores más fieles, tentados hoy por el populismo de izquierdas o de extrema derecha.

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