Guindos viaja a China para pactar con Moscovici el nuevo ajuste

Bruselas prepara una nueva senda para bajar el déficit con objetivos «creíbles»

Corresponsal en Bruselas Actualizado: Guardar
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El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha decidido a última hora viajar a China en unos días para participar en la reunión de ministros del G20 que está prevista a finales de esta semana, y así tener ocasión de reunirse con representantes de la Comisión Europea para hablar sobre el nuevo paquete de requisitos de ajuste presupuestario que le van a ser impuestos a España. A continuación, se prevé que el domingo De Guindos haga declaraciones ante medios.

El análisis por parte de la Comisión de las propuestas que envió el Gobierno en funciones en sus alegaciones la semana pasada continúa, según fuentes del ejecutivo comunitario, por lo que consideraron que es aún prematuro hablar de consideraciones concretas.

Lo que sí insistieron es que será necesario «establecer una nueva senda presupuestaria con objetivos creíbles». Por «creíbles» se entiende que se trata tanto de que las medidas que propone España puedan tener los resultados que se enuncian, como de que las metas que va a exigir la Comisión -incluyendo un año más de prórroga para bajar el déficit del 3% de PIB- se logren sin dañar el crecimiento.

Guindos espera reunirse probablemente el sábado en la ciudad china de Hangzhou con el comisario de Asuntos Económicos, el francés Pierre Moscovici, al margen de la reunión ministerial que prepara la cumbre del G20 que se celebrará en septiembre. El vicepresidente Valdis Dombrovskis también está de viaje, en EE.UU, ahora en su condición de nuevo responsable de los mercados financieros, tras la dimisión del anterior comisario británico Jonathan Hill.

Que se haya previsto esta reunión en China excluye, al menos teóricamente, la posibilidad de que la Comisión tome este miércoles su decisión sobre la multa a España y Portugal por no haber tomado acciones efectivas contra la desviación del déficit. Teniendo en cuenta que Portugal no envió sus alegaciones hasta ayer mismo, resultaría muy improbable que la Comisión anunciase esta semana su decisión. Según las versiones más realistas mañana se producirá lo que se llama «un debate de orientación» que sirve para sopesar las posiciones de los comisarios y los posibles consensos. Pero la decisión final no será adoptada hasta el día 27, como se venía diciendo desde un principio. Todo indica también que el veredicto respecto a los dos países se tomará simultáneamente.

Baile de cifras

Sin embargo, el hecho de que Guindos haya decidido viajar a China para ver a Moscovici podría avalar que hay ciertas discrepancias entre las posiciones de España y los objetivos de la Comisión. En principio, se puede pensar que Bruselas quiere mantener los más de 8.000 millones de ajuste de gastos que había pedido ya en mayo, y que después del episodio de la sanción no puede fijar un objetivo menos ambicioso. Guindos ha estado hablando de 6.000 millones, aunque tiene en cuenta la suavización del objetivo de déficit. Como fuere, la prolongación de la crisis política en España sería un factor altamente negativo en todo este delicado proceso. Aunque la Comisión lo niegue en público, su inquietud es cada vez más evidente.

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