De Guindos pide «prudencia» a la banca y no cegarse con la «ilusión» de la subida de tipos

El Banco Central Europeo (BCE) subirá los tipos de interés en julio y luego hará lo propio en septiembre. Una decisión que, en teoría, beneficia a las entidades financieras pero que el supervisor no quiere que desate la euforia en el sector. En este sentido, Luis de Guindos, vicepresidente de la institución, ha reclamado a la banca «prudencia» ante este escenario y no cegarse con la «ilusión» de una subida de tipos . Así se ha pronunciado en el XXXIX Seminario de la APIE, con el título 'Sostenibilidad y digitalización: las palancas de recuperación', celebrado en Santander.

De Guindos ha recordado que en julio habrá un alza de las tasas de referencia de 25 puntos básicos, pero que la de septiembre aún no está definida. De hecho, como ha venido haciendo estas semanas el BCE , el vicepresidente ha destacado que la subida del noveno mes del año dependerá de los datos de inflación de ese momento, abriendo la puerta a que el incremento sea mayor que en julio.

Preguntado sobre si el supervisor se llegaría a plantear actuaciones como en lo peor de la pandemia de restringir el dividendo de los bancos o los bonus, De Guindos ha remarcado que están preparados para cualquier decisión pero que no están en un escenario como aquel. Igual que las primas de riesgo, que tanto preocupan por momentos, no están en los niveles de 2012 en plena crisis financiera.

Así las cosas, hace escasos días el BCE mantuvo una reunión de urgencia de su consejo de gobierno para trasladar a los mercados la intención de actuar ante las diferencias en la prima de riesgo entre los distintos países de la zona euro, la conocida como fragmentación, consistente en que depende en dónde se ubique una familia o empresa se pague más por endeudarse.

El objetivo del supervisor es luchar contra esa fragmentación a la vista de que las primas de riesgo del sur de Europa, en concreto de España, Italia, Portugal y Grecia, venían aumentando más de lo esperado. Es por ello que se anunció una flexibilización de las reinversiones de los vencimientos del programa de compra de deuda de la pandemia para actuar en aquellos países más vulnerables, además de la puesta en marcha del diseño de un plan antifragmentación , un plan anticrisis.

Relacionado con todo ello, De Guindos ha señalado que las actuaciones de política económica deben «generar estabilidad y ser muy creíbles», al tiempo que instaba a que la política fiscal actuara como acompañamiento a la política monetaria. Porque aunque el BCE en su escenario central prevé una desaceleración del crecimiento, en su escenario adverso sí que habla de recesión en 2023, aunque este último no sea sobre el que trabaja la institución.