El grupo Villar Mir replantea su negocio tras el interés de los Amodio en OHL

La previsible entrada de los mexicanos en la firma abre nuevas vías de financiación

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Un balón de oxígeno. Así definen fuentes cercanas al grupo Villar Mir el asalto de la familia mexicana Amodio a OHL , todavía propiedad del holding. En un principio, la operación se iba a articular a través de una ampliación de capital del 20%. Pero ahora, ambas partes estudian una fusión de OHL con el negocio de construcción de Amodio, Caabsa. Una fórmula que permitiría a los mexicanos tomar entre el 31 y el 35% de la empresa y a Villar Mir dosificar las desinversiones previstas para los próximos años.

El « holding » tenía previsto pasar de ser un grupo industrial a un «family office». Es decir, un grupo que gestione el patrimonio de la familia Villar Mir. Pero estos planes han quedado en suspenso por la irrupción de los hermanos Amodio, que aliviará parcialmente las cuentas del grupo (y, por extensión, de Villar Mir) con una inyección de 50 millones. «Se va a dar un paso atrás en la política de desinversiones y se van a buscar nuevas vías de negocio», explican desde la compañía.

En esta revisión ya no entrará Fertiberia -la filial de fertilizantes que fue vendida al fondo Triton el año pasado-, pero sí Ferroglobe. Es cierto que se han producido «conversaciones» con distintos fondos de inversión, pero el grupo defiende ahora que únicamente contemplaría la venta de su filial de ferroaleaciones si llegase una oferta desorbitada. En cambio, sí está abierto a la entrada de socios que permitan renovar créditos de próximo vencimiento.

Amodio está llamado a ser ese socio en el caso de OHL. La familia mexicana ya tanteó , a finales del año pasado, a distintas entidades financieras para conocer los avales que concederían a OHL si finalmente entra en ella. La constructora cuenta con una elevada deuda, que fue refinanciada en 2018 por el fondo Tyrus. Villar Mir, por su parte, cuenta con un pasivo superior a los mil millones de euros y tiene que hacer frente este año a vencimientos valorados en 450 millones de euros.

Control sin opa

La operación de la familia Amodio en OHL está pese a todo en una fase muy incipiente. Y, además, está supeditada a la decisión que tome al respecto la CNMV, que es la que decidirá si el grupo mexicano puede convertirse en el accionista mayoritario de la constructora sin lanzar una opa. OHL explicó el lunes, en el comunicado remitido al supervisor, que esta operación no sería necesaria porque «no tiene como objetivo principal la toma de control, sino un objetivo industrial».

En la CNMV, sin embargo, se mantienen cautos y explican que aún no han recibido la documentación de la operación. Una vez llegue, el supervisor tendrá un plazo de un mes (que puede ser ampliado) para decidir si da su visto bueno a la fusión.

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