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Ya hay un gran banco «online» que cobra por los depósitos

Fintech Group ha sido el primero en tomar la decisión de trasladar a sus clientes de la banca online Flatex los tipos de interés negativos del BCE

CORRESPONSAL EN BERLÍN Actualizado: Guardar
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Se ha roto el tabú. El grupo de servicios financieros Fintech Group ha sido el primero en tomar la decisión de trasladar a sus clientes de la banca online Flatex los tipos de interés negativos del BCE. A partir del 15 de marzo cobrará un 0,4% por los fondos y depósitos, independientemente de su cuantía. Los clientes serán informados por correo y la medida afectará a todo el dinero ya confiado a la entidad, según ha confirmado su portavoz Frank Niehage, que calcula que “para un cliente con un fondo promedio de 10.000 euros depositado, el coste de la medida será de unos 10 euros al trimestre”.

Y podría tratarse solo del principio. Niehage admite que la institución se mantiene abierta a nuevas modificaciones de estas condiciones y que “si el BCE mantiene su política, nos veremos obligados a profundizar en los intereses negativos”.

¿Podrían seguir este ejemplo otros bancos o entidades financieras?. Flatex, una parte del Fintech Group que cotiza en la Bolsa de Frácfort, tiene unos 180.000 clientes y es claramente más pequeño que otras entidades como Comdirect o ING-Diba, que ya han declarado que no trasladarán las tasas negativas a sus clientes. El sector financiero espera aguantar el tirón durante 2017 y que, paulatinamente, en 2018, el BCE regrese a una política más convencional, pero los responsables de los bancos no pueden evitar preguntarse cuánto tiempo aguantarían en esta situación y, no nos engañemos, el BCE también se lo pregunta.

De hecho, Mario Draghi obligará a diez entidades europeas a someterse a un test de estrés centrado en las carteras de crédito y renta fija con el que espera calibrar las necesidades de capital de cada banco y la resistencia a los tipos negativos y cuyos resultados serán mantenidos en secreto. Este nuevo ejercicio de supervisión determinará la sensibilidad y el comportamiento de los bancos ante escenarios de tipos de interés negativos prolongados y serán los propios bancos los que apliquen en sus carteras los distintos escenarios hipotéticos que plantea el BCE y que contemplan tanto aplanamientos de la curva de tipos («flattering») como empinamientos («Steepening»). Se aplicarán, por ejemplo, oscilaciones de 200 puntos básicos al alza y a la baja en los tipos y se llevarán a cabo diferentes simulaciones hasta el próximo 5 de abril. Con los resultados sobre la mesa, Draghi dispondrá hasta finales de junio para evaluar y verificar los datos y comenzar a tomar decisiones.

Mientras se toman esas decisiones, el Euribor sigue precipitando su desplome y presionando a la banca. En febrero cerró provisionalmente con una mensual del 0,106% negativo, una tasa que abaratará de nuevo la mayor parte de las hipotecas por estar referenciadas a este índice y que sigue limitando el margen de negocio de las entidades. De mantener el ritmo, en tres meses la tasa podría llegar al -0,17%, con lo que las entidades llegarán a una línea roja.

Las hipotecas más atractivas que se ofrecieron en la época del bum en España se situaron precisamente en Euribor más un diferencial del 0,17%. Fueron comercializadas por Deustche Bank. Si se superase este umbral, las entidades podrían verse obligadas a devolver dinero por los préstamos a los usuarios, a través de un recorte del capital principal. Si ya se cobra por aceptar depósitos, también podría llegar a pagarse por prestar, en estos nuevos tiempos financieros que nos ha tocado vivir.

Antes de llegar a esos extremos, la caída de los tipos de interés en los últimos dos años ha supuesto ya una importante reducción de los ingresos que obtienen los bancos por su actividad principal, la concesión de créditos y la captación de recursos para financiarse, los rendimientos de productos financieros y de la deuda pública. El BCE, sin embargo, no está dispuesto a comprar tan fácilmente esa versión de los hechos. Mario Draghi ya dejó claro en su última visita al Bundestag alemán que “algunos bancos tienen problemas que están precisamente relacionados con los bajos tipos de interés, sino principalmente con sus modelos de negocio o de gestión de riesgo”. También las agencias de rating han entrado en la polémica y no precisamente del lado de los bancos. “Los bajos tipos de interés han tenido tanto efectos positivos como negativos para la banca, pero los positivos han sido hasta ahora mucho más numerosos que los negativos», afirma también Scope en su último informe.

En medio de este cruce de argumentos, la medida adoptada por Flatex bien podría servir de test de realidad o de globo sonda de cara a los clientes. ¿Se llevarán su dinero a otra parte? ¿Denunciarán a la entidad por modificar unilateralmente las condiciones del contrato de depósito? ¿O pagarán los 10 euros por trimestre resignados y convencidos de que, si se van a otro fondo, podría pasarles tarde o temprano lo mismo? Dependiendo de su reacción, seguramente, actuará el resto de los actores financieros.

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