Gimeno insiste en su plan de futuro para El Corte Inglés y el consejo pide su cese

Un tercio del consejo solicita al presidente un consejo extraordinario en 30 días para abordar su dimisión; salir a Bolsa, bajas incentivadas y una central de compras unificada, entre las propuestas de Gimeno

ABC
María Jesús Pérez

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Las posiciones siguen enfrentadas. Y no parece que vayan a llegar a un gran pacto accionarial por El Corte Ingles. Cada una de las partes sigue con su hoja de ruta mientras continúa el cruce de informaciones de uno y otro lado en los medios. Aunque sí parece que todos coinciden en un punto: devolver cuanto antes la normalidad a los órganos de decisión de la compañía, cuya gestión, dicen algunas fuentes consultadas, «no se está viendo afectada, de momento» por la lucha de poder entre Dimas Gimeno, que accedió al cargo por deseo de su antecesor, su tío Isidoro Álvarez, y la mayoría del capital, encabezada por sus primas Marta y Cristina Álvarez.

Según ha podido saber ABC, el presidente de El Corte Inglés está intentando una vez más sacar adelante su plan de profesionalización del consejo de administración y modernización de la compañía, planes de los que ya habló a sus consejeros en 2016, además de relanzar una idea planteada también en 2015 de crear una única central de compras de servicios que permitiera una reducción de gastos muy significativa.

Las fuentes recuerdan que en 2016, tras casi dos años como presidente ejecutivo, Gimeno advirtió a sus consejeros de que el modelo de negocio estaba «atascado» por lo que era necesario preparar un plan estratégico para impulsarlo. Durante ocho meses se trabajó con una consultora especializada - donde participaron también las hermanas Álvarez - para, entre otros objetivos- reducir deuda vendiendo mil millones en activos inmuebles e iniciar la operación de salida a Bolsa.

Entre las líneas maestras de este plan se buscaba además la profesionalización del consejo -incluyendo un mayor número de independientes, hoy solo uno, Manuel Pizarro- e implantar medidas para seguir la senda iniciada de buenos resultados en el último ejercicio -el de 2016-, tras haber pasado siete años de crisis, en los que las ventas habían caído un 23% y los gastos centrales se habían disparado. Ya el ejercicio cerrado a 28 de febrero de 2017 fue muy bueno. La compañía logró un incremento del beneficio neto del 2,4%, hasta 161,8 millones (la cifra más alta en tres ejercicios), mientras que el beneficio bruto de explotación (ebitda) creció un 7,5% hasta los 981 millones.

Beneficio de 500 millones

El proyecto del presidente incluye además un plan para reducir gastos que consiste en evitar duplicidades de puestos en cargos directivos y crear una central de compras de servicios ya que, según las fuentes, todos los años cada responsable de un Corte Inglés contrata por separado servicios de seguridad, limpieza, transporte, alquiler... por un valor total conjunto de 1.200 millones de euros. Con el plan de única central de compras, la propuesta plantea un ahorro mínimo por año de un 15% de esa cantidad total, que podría llegar en algún ejercicio incluso al 35%.

Unos gastos -explican- que también se recortarían con un plan de desvinculación (jubilaciones y bajas incentivadas) para unas 2.000 personas, sobre todo mandos directivos, con edades de entre 68 y 71 años, que cuando se planteó a los sindicatos para su negociación fue muy bien acogido.

Con todas estas propuestas puestas en práctica, el compromiso del presidente era alcanzar un beneficio final de 500 millones de euros.

Consejo extraordinario

Sin embargo, el resto de la cúpula de El Corte Inglés sigue también con su hoja de ruta. Y sus planes son otros. Así, según ha podido saber este periódico lo que es un hecho ya es que un tercio del consejo de administración de El Corte Inglés ha pedido al presidente de la compañía que convoque un consejo extraordinario donde pedirán su cese .

Ese tercio está compuesto por los actuales consejeros delegados de la compañía, Víctor del Pozo y Jesús Nuño de la Rosa, y de los vocales Carlos Echavarría y Florencio Lasaga, este último también presidente de la Fundación Areces (máximo accionista del Grupo). El resto de los asientos del consejo los ocupan las hermanas Álvarez, Shahzad Shahbaz (en representación del jeque qatarí que este verano pasará a contar con hasta el 12% de la compañía), Manuel Pizarro y Paloma García Peña (en representación de Cartera Manacor, que aglutina la participación de los descendientes del socio fundador César Rodríguez).

La petición le fue notificada a Gimeno el pasado viernes, 4 de mayo, a través del secretario del consejo, Antonio Hernández. A partir de dicho día, según los estatutos sociales de El Corte Inglés, el presidente -no ejecutivo, desde octubre del año pasado por decisión unánime del consejo- cuenta con un plazo de 30 días hábiles para convocar dicho consejo . Agotado este plazo, los consejeros que lo han solicitado podrán convocarlo automáticamente, lo que se prevé que ocurrirá en junio.

No obstante, también está previsto que el consejo se reúna el próximo 30 de mayo con carácter ordinario y con la formulación y aprobación de las cuentas del ejercicio de 2017 como único punto en el orden del día. Y si bien el cese de Gimeno se podría incluir a última hora en dicho consejo, las fuentes consultadas creen que lo más previsible es que se aborde en junio días después, en el extraordinario, con el 70% del capital del grupo en contra .

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