Gasóleo y gasolina pueden mantenerse en el entorno de los dos euros el litro hasta después del verano
El aumento de la demanda en los próximos meses y el corte de las importaciones de carburantes de Rusia, los motivos principales
Los carburantes han subido un 6,6% pese al descuento de 20 céntimos
Los precios de los carburantes se mantendrán en los actuales niveles en los próximos meses, según los pronósticos de los expertos consultados. Es decir, que tanto el gasóleo como la gasolina seguirán costando unos dos euros el litro.
Actualmente, el precio medio del gasóleo es de 1,873 euros el litro, según el último boletín petrolero de la UE. El de la gasolina es de 1,837 euros. Son máximos históricos . En cualquier caso, los consumidores disfrutan hasta el 30 de junio de un descuento de 20 céntimos por litro de cualquier carburante, así como otras rebajas adiccionales que aplican las distintas compañías.
El gasóleo se ha encarecido un 58% en los últimos doce meses, y la gasolina otro 38%. En el mismo periodo, la cotización del crudo Brent ha subido un 66%.
Las previsiones no son halagüeñas porque en el periodo marzo-septiembre de cada año aumenta el consumo de carburantes , ya que con la llegada del buen tiempo los ciudadanos se mueven más por las carreteras, bien en vehículos particulares, bien en colectivos. También el transporte de mercancías. Cuando sube la demanda, se encarecen los precios.
Este año, además, juega en contra de los consumidores la guerra de Ucrania, ya que las compañías petroleras han suspendido las importaciones de carburantes desde Rusia, país que suministra grandes cantidades de combustibles a toda la UE. Las petroleras han buscado otros suministradores, por lo que no habrá problemas de abastecimiento, pero a precios más caros.
Este es el caso del gasóleo, que desde hace unas semanas está por encima de la gasolina. Aquí influye también el hecho de que la demanda de gasóleo se está disparando por la 'dieselización' del parque móvil español impuesta por el Gobierno, que demoniza la gasolina.
A ambos factores hay que sumar el alza del petróleo , cuya cotización arrastra siempre el precio de los carburantes. La demanda de crudo en el mundo está creciendo más que la oferta de los países productores, y ese desequilibrio deriva en un incremento de los precios.
Aquí hay que añadir que si se confirma en los próximos meses la suspensión de las importaciones de petróleo de la UE desde Rusia, tampoco habría problemas de suministro, pero sí que subiría la cotización del crudo.
Además, el dólar se ha revalorizado frente al euro. Esto perjudica las cuentas de las petroleras europeas, ya que compran el petróleo en dólares, pero lo venden en euros. Ese déficit acaba siendo asumido por los consumidores.
Una supuesta paralización de la guerra en Ucrania no sería demasiado determinante para que bajaran los precios de los carburantes, pues lo lógico es que la UE mantuviera el veto a las importaciones de combustibles desde Rusia.
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