Finca Lindaraja lleva su carne de buey a México

Más de cincuenta años ha pasado desde que el abuelo de Antonio Ruiz Fernández-Huerga, consejero delegado de Finca Lindaraja, pusiera en marcha la explotación, hoy referencia en la venta de carne auténtica de buey, como les gusta remarcar a sus propietarios. Medio siglo después, la firma, que ha hecho de la calidad su principal marca, comienza su proceso de internacionalización. Próxima parada: México. Finca Lindaraja perfila la exportación de sus carnes a un distribuidor mexicano.

Pero lo más inminente que acometerá la Finca es la venta de sus chuletones a domicilio... a solo un golpe de clic. Ruiz Fernández-Huerga se dio cuenta de que la empresa estaba necesitada de innovación, y pensó que al ser una explotación de tamaño pequeño deberían diferenciarse por la calidad.

Hoy, esta firma cárnica produce, en la cara norte de la Sierra de Guadarrama, auténtica carne de buey, que vende en más de diez restaurantes en Madrid y sirve a cualquier hogar que lo reclame. «Hemos creado una web; (www.fincalindaraja.com) para explicar el proceso de la cría de los bueyes. En la web también hay un apartado donde los clientes pueden hacer los pedidos directamente. Los enviamos y los gestionamos mediante transporte en frío urgente a domicilio», explica este empresario.

Finca Lindaraja, que cuenta con 10 trabajadores, se ha marcado como objetivo criar un mayor número de bueyes cada año. "Así, podremos ir aumentando nuestra oferta de auténtica carne de buey", explica este empresario. "Necesitamos planificar nuevas estrategias de márketing y comunicación, para dar a conocer nuestros productos. Queremos potenciar nuestra web y la presencia en las redes sociales", asegura

Pedidos también por wasap

Avanza Ruiz Fernández-Huerga que el cliente ya puede realizar sus pedidos por whatsapp y abonarlos mediante transferencia bancaria. "Nuestra idea es facilitar a los clientes el modo de hacer sus pedidos. Creemos que el cliente de este tipo producto compra de forma impulsiva. Para ello, estamos investigando cuales son los estímulos de los clientes potenciales que les motiva a realizar un pedido".

No niega el consejero delegado de Finca Lindaraja que los años de la crisis les pasaron factura."Estos años fueron difíciles para el sector agrario y ganadero. La partida de gastos en forrajes y cereales subieron sensiblemente y los precios de las carne fueron a la baja por la escasa demanda existente en el mercado español, apunta.

Añade que "desde que comenzamos a comercializar nuestra carne de buey, la rentabilidad de la explotación ha mejorado, ya que vendemos directamente al consumidor final, reduciendo los costes de distribución".