El exjefe de Seguridad de Iberdrola supo que Villarejo era policía en 2014, según otro comisario

García Castaño declara como testigo que Asenjo llegó a Cenyt derivado por el entonces director de la Policía

Enrique García Castaño, exjefe de la Unidad Central de Apoyo Logístico de la Policiá a su llegada a la Audiencia Nacional EP

Isabel Vega

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El comisario que fue jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía, Enrique García Castaño , ha testificado este martes en la Audiencia Nacional que el exjefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, imputado por los contratos de Iberdrola con empresas del comisario José Manuel Villarejo , no sabía cuando recurrió a él que era un agente en activo y no se enteró, que le conste, hasta el año 2014, cuando se empezó a publicar información. Figuran en la causa encargos posteriores a esa fecha que han valido la imputación por cohecho, entre otros, de Iberdrola Renovables .

Según informaron a ABC en fuentes presentes en la declaración, García Castaño, que comparecía como testigo pero junto a su abogado porque está imputado en varias piezas del caso Villarejo , ha explicado que Asenjo, al que conocía desde sus tiempos como jefe de Seguridad en Airtel, recurrió en el año 2004 al entonces director Adjunto Operativo de la Policía, Miguel Ángel Fernández Chico, porque en Iberdrola necesitaban contratar una empresa de inteligencia y no sabían a cuál recurrir.

Siempre según la declaración de García Castaño, Fernández Chico le recomendó Cenyt , la empresa de Villarejo, por una doble razón. Primero, porque acababa de llegar el PSOE al Gobierno y existía preocupación por la situación en que se encontraban las empresas estratégicas del país, a las que convenía tener en el radar para reaccionar a tiempo, por ejemplo, en caso de una OPA.

En este sentido, ha apuntado que al DAO le parecía de interés que Villarejo «metiera la cabeza» en Iberdrola y de hecho, la información que le iba reportando sobre este asunto, como sobre otros, la canalizaba a las fuerzas policiales concernidas para contrastar su veracidad y su interés, al tiempo que iba guardando copias.

Por otro lado, según ha dicho, existía preocupación a todos los niveles porque las grandes empresas españolas recurrían a grandes agencias extranjeras cuando necesitaban servicios de inteligencia. El problema, conforme apuntaba García Castaño, es que se desconocía qué uso daban esas agencias después a los datos sensibles de las empresas estratégicas españolas que obtenían durante sus trabajos para las mismas.

Y así, de acuerdo a su relato, Asenjo llegó a Cenyt sin saber que Villarejo, con el que despachó los encargos y con el que mantenía la interlocución en nombre de Iberdrola , era policía en activo, pues la información que tenía era que estaba en excedencia. En este sentido, García Castaño ha incidido en que se procuraba que no fuese de conocimiento general que Villarejo seguía ejerciendo como Policía, porque eso habría dinamitado sus trabajos como encubierto.

En aquellas fechas, de acuerdo a la documentación y las facturas que obran en la causa, empezaron los encargos y se prolongaron más de una década, con un último pago registrado en el año 2016 (aunque la encomienda iba hasta 2017, cuando Villarejo fue detenido).

Sin embargo, para entonces Asenjo ya sabía de la doble vida de Villarejo, siempre según ha narrado en sede judicial el exjefe de la UCAO. En concreto, ha afirmado que Asenjo le llamó en el año 2014 cuando la publicación de unos audios del comisario con el ex presidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González destaparon su condición de policía en activo. Le preguntó específicamente si era cierto que era comisario y García Castaño le remitió a la Dirección Adjunta Operativa de la Policía si acaso después del artículo no se fiaba.

Los listados telefónicos

La condición de testigo de García Castaño tiene que ver con que las sospechas de la Fiscalía Anticorrupción sobre su papel proporcionando datos de bases policiales o de compañías telefónicas que en otras piezas le han valido la imputación aquí se habrían producido en fechas tan lejanas que habrían prescrito. Él, en todo caso, ha negado ante el juez haber proporcionado información alguna al comisario, especialmente en lo relativo a los teléfonos.

Sostiene, como en el resto de la causa, que no había necesidad alguna de que Villarejo pasase por él para conseguir listados de llamadas. Primero, porque Asenjo fue jefe de Seguridad de Airtel y García Castaño asegura que fue él quien «enseñó» a la Policía y la Guardia Civil cómo funcionaba el manejo de ese tipo de información . Segundo, porque al frente de Amena/Orange había otro expolicía que de acuerdo a este comisario, colaboraba con Villarejo. Su nombre ya salió a relucir en la investigación sobre los contratos de Cenyt con el BBVA, pero nunca ha sido llamado a declarar.

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