Danièle Nouy, presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS)
Danièle Nouy, presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) - EFE

El BCE exigirá a bancos de Grecia, Italia y el este planes contra la morosidad

MADRID Actualizado: Guardar
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El Banco Central Europeo ( BCE) va a poner buena parte de su foco supervisor en 2016 en las debilidades que ha encontrado en su primer año de vigilancia de las entidades financieras de la Eurozona. Una de ellas, la excesiva morosidad que todavía arrastran los bancos de algunos países. El Mecanismo Único de Supervisión (MUS) ha mostrado ya su preocupación por el elevado peso que los créditos en situación de impago y activos adjudicados tiene en el balance de grupos financieros de Chipre, Grecia, Italia y, sobre todo, Eslovenia, Letonia y Lituania. Según ha podido saber ABC, el organismo presidido por Danièle Nouy ha creado equipos específicos para este asunto y les urgirá ahora a tomar medidas para reducir esa exposición dudosa.

Los últimos datos del FMI muestran que el 39,4% de los activos de la banca chipriota son improductivos, en Grecia ascienden al 25,3% y al 17,6% en Italia. Esa morosidad afecta al 20,2% de los activos del sector financiero esloveno, al 9,7% en Letonia y al 8,9% de las entidades de Lituania. En total, el volumen de activos tóxicos de la banca europea se sitúa aún en unos 932.000 millones de euros.

«Algunos bancos de la Eurozona afrontan todavía riesgos crediticios importantes, así que esto seguirá siendo una prioridad», dijo Nouy el pasado día 4 en una conferencia pública. El temor del supervisor es que esa morosidad siga presionando la rentabilidad de las entidades, limitada ya por el actual escenario de bajos tipos de interés y la débil demanda de crédito, y en último término afecte a su capacidad de financiar la economía.

El organismo, según esas fuentes, ha puesto la lupa en aquellas entidades cuya exposición problemática supere el 12% de los activos. Ahora bien, ese umbral podría variar en cada caso, pues el cómputo de los activos improductivos no es igual en todos los países porque no hay un criterio común.

El Mecanismo Único de Supervisión quiere que los bancos saquen esos activos no rentables de sus balances. En este sentido, valora positivamente las medidas ya adoptadas en países como Chipre, Grecia, Italia y Portugal, pese a ser de los países con porcentajes de exposiciones dudosas más elevados.

Esta misma semana, y en el marco de la revisión del programa de rescate de Chipre, la «troika» avaló la adopción por ese país de una ley que agiliza la venta de préstamos, medida que también está exigiendo a Grecia. Sin embargo, los bancos de países del este de Europa como Eslovenia, Letonia y Lituania centran ahora mismo todas las miradas del organismo dependiente del BCE por no haber tomado aún cartas en el asunto y suponer un riesgo creciente.

Vías de saneamiento

La experiencia de la banca de Irlanda es la que el MUS está tomando como una de las referencias por los logros que ya ha tenido en la enajenación de activos tóxicos, pese a que estos todavía suponen al 32,3% del balance total del sector financiero de ese país. España, Alemania y Reino Unido, por la velocidad a la que se ha saneado, también sirven de ejemplo. Ahora bien, el MUS no va a imponer una fórmula homogénea y única para todas las entidades señaladas, sino que en colaboración con cada banco fijará la estrategia concreta a seguir caso por caso.

Las alternativas, en todo caso, no son muchas, según los expertos del sector consultados. Para reducir esa exposición problemática, los bancos tienen tres opciones: renegociar esas deudas, hacer más provisiones y vender esos activos tóxicos. Así, y según las prácticas vistos en otros países, las medidas a adoptar por estos se centrarán previsiblemente en vender carteras masivas de activos tóxicos a fondos de inversión, crear vehículos en los que aparcarlos («bancos malo») y elevar el volumen de dotaciones frente a pérdidas, entre otras.

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