España compite en Europa en calidad y precio

Los touroperadores alemanes han acusado a nuestro país de inflar las tarifas

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  1. Momento dulce del turismo

    El sector turístico español vive un momento dulce. España cerró 2016 con la cifra récord de 75,6 millones de turistas extranjeros, lo que supone un incremento del 10,3% respecto a 2015, según los últimos datos del INE. Pero las críticas que suele llevar de acompañante el éxito ya han comenzado a surgir. Fue la semana pasada, durante el almuerzo mantenido por el ministro de Energía y Turismo, Álvaro Nadal, con aerolíneas y grandes turoperadores de la Feria Internacional de Turismo de Berlín, cuando surgieron las críticas al sector. Los alemanes acusan a España de subir los precios aprovechando que otros destinos competidores, como Turquía, están de capa caída.

    La respuesta de Nadal fue clara: los precios los fija la oferta y la demanda, por lo que es normal que se haya producido un alza en los mismos. Ahora bien, el ministro también recordó que, aunque no es el Gobierno el que fija los precios, desde el Ejecutivo sí que se han tomado algunas medidas para ayudar a mantenerlos en niveles competitivos, como la rebaja de un 2,2% de las tasas aeroportuarias.

    Lo cierto es que la buena racha del sector tiene visos de continuar. Según las cifras facilitadas esta semana por European Cities Marketing, Londres, París y Berlín lideraron en 2016 el ránking de pernoctaciones hoteleras en Europa, aunque Barcelona y Madrid son las que más crecieron, junto a la capital británica, y se repartieron la quinta y sexta posición.

    ABC ha comparado el precio de diez productos básicos que suelen comprar los turistas en Madrid y el resto de las principales plazas europeas: Londres, París, Roma, Berlín y Lisboa. Pese a la oscilación de precios existente en las propias capitales, resulta evidente que Madrid sigue manteniendo un nivel de precios competitivo. No es precisamente la capital con productos más caros, que acumulan París y Londres.

  2. Berlín, alerta por «turismofobia»

    Los turoperadores alemanes se quejaron en la Feria Internacional de Turismo de Berlín de los precios que España está pidiendo, alzas que achacan a la pérdida de destinos alternativos como Turquía. Así lo expusieron ante el ministro de Turismo y Energía, Álvaro Nadal, junto a preocupaciones por cierta «turismofobia» que detectan en puntos concretos como Barcelona y Baleares. El más agresivo fue TUI, cuyo director de producto, Stefan Baumert, sostuvo que «las familias alemanas prefieren viajar a Egipto» pese a los problemas terroristas que arrastra el destino antes que a Mallorca, «debido a que allí reciben descuentos por compra anticipada, bonificaciones familiares y precios más competitivos que ya no encuentran en las islas españolas».

  3. Lisboa, un vecino accesible

    Los portugueses miran a sus vecinos españoles como el destino internacional más accesible, y no solo por la proximidad geográfica. La percepción general indica que no se considera en absoluto caro para viajar, aunque se incrementa el número de personas que se quejan de los altos precios en Barcelona, algo que no ocurre, sin embargo, en Madrid.

    A pesar de la subida de tarifas registrada en los dos últimos años, Portugal continúa siendo más barato que España. De hecho, esa es una de las razones por las cuales Lisboa se llena de visitantes españoles durante los puentes y en periodos vacacionales, tal cual podrá comprobarse una vez más esta Semana Santa según ya adelantan todas las previsiones de la industria turística lusa.

  4. Londres, bicoca tocada por el Brexit

    España es un destino muy asequible, sobre todo frente a Londres, una ciudad carísima. El precio de la vivienda de alquiler comparando el centro de Londres y de Madrid resulta el doble de caro en la capital inglesa, incluso más.

    El transporte público es prohibitivo y hasta para entrar en coche particular al centro hay que pagar un peaje diario de 16 libras. Una copa de vino grande en un pub cuesta cinco libras y una pinta de cerveza, cuatro. Lógicamente, los precios bajan en el Norte de Inglaterra, menos pujante y en algunos casos, bastante deprimido.

    Para el británico España se ha vuelto ahora más cara debido al Brexit. La libra está a día de hoy a 1,14 euros, cuando hace dos veranos marcó 1,44, lo que convertía a nuestro país en una bicoca para los ingleses.

  5. París, un turista que mira al euro

    El turista francés de clase media se caracteriza por mirar mucho el precio de la oferta que contrata. Hasta tal punto que su actitud tiende a la «racanería». Desde esa óptica, los franceses prefieren la España «barata», de sol, playa y bocatas.

    El turista francés medio huye de los buenos y grandes restaurantes y hoteles españoles: los considera «caros», pese a que suelen ser más baratos que sus homólogos franceses y parisinos. Prefiere «refugiarse» en la oferta turística española con menú (más baratos que los franceses) o tapas (que siguen teniendo algo de «exótico»).

    Ecónomo, el turista francés viaja ahora menos que hace unos años: tiene menos dinero para vacaciones. Y prefiere contar sus euros con una prudencia que puede rozar la tacañería.

  6. Roma, lugar ideal para vacaciones

    Los italianos consideran que los precios han subido en España en los últimos tiempos, como ocurre también en Italia, pero elogian mucho nuestro país analizando la relación calidad-precio. Para los italianos, España es su lugar preferido de vacaciones. Supera a Francia en turistas italianos que pasan más de tres noches de vacaciones.

    La gran demanda se basa en que siguen considerando a España competitiva tanto en sus precios, como en su calidad y sus servicios. De hecho, actualmente, España está llevando a cabo una gran promoción para atraer a los turistas italianos denominados «cosmopolitas», esto es, de más calidad. Además del turismo tradicional, el sol y la playa, España está ofreciendo arte, cultura, gastronomía, vida nocturna, etc...

  7. Madrid, un destino al alza

    El sector turístico es uno de los motores de la economía de la capital y supone cerca del 10% del PIB. Madrid cuenta con la mejor oferta de ferias y congresos, numerosas posibilidades de compras con libertad horaria y atractivos culturales y gastronómicos innegables. Los esfuerzos por potenciar el turismo en la capital han ido en aumento y sus resultados son palpables. Según la última encuesta de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, más de cinco millones de turistas internacionales la visitaron en 2016, una cifra récord. Este alza ha ido acompañado de un aumento de las pernoctaciones del 6% hasta alcanzar los 12 millones entre 2015 y 2016. Esta tendencia comenzó en 2014, cuando más de 4,5 millones de turistas visitaron la región, un 8% más.

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