España asciende un puesto en el «top ten» mundial de productores de vehículos en 2015

España se consolida como el octavo fabricante de vehículos mundial tras cerrar 2015 con una producción de 2,73 millones de automóviles ligeros y comerciales, un 13,7% más que durante el conjunto de 2014, según las estadísticas de cierre de año que ha dado a conocer la OICA (Organización Internacional de Constructores de Automóviles) coincidiendo con el Salón del Automóvil de Ginebra. Nuestro país concluye el ejercicio anual siguiendo la tendencia ascendente que demostró durante el primer semestre del año, cuando rebasó a Brasil, cuya industria experimenta una fuerte contracción: durante el año pasado se desplomó un 22,8% y contabilizó una producción de 2,43 millones de vehículos.

Durante la presentación del informe, el secretario general de la asociación, Yves van der Straaden, destacó el crecimiento del mercado español.

Las cifras de ventas y producción sirven para constatar que existe una «clara recuperación económica» y la «exitosa» acogida de «un par de nuevos modelos», al contrario de lo que sucede en el país iberoamericano, cuya recesión económica «está acelerando» la caída de ambas variables, explicó Van der Straaden.

En todo el mundo, los datos de producción y demanda, que se han elevado un 0,9% y un 1,4% respectivamente hasta los 90,6 y los 89,1 millones de vehículos, transmiten «un claro mensaje la industria del automóvil está comportándose con fuerza», subrayó el representante de la patronal mundial de los fabricantes, que prevé para el ejercicio 2016 un aumento de las ventas del 2% hasta cerca de 91 millones de unidades, pese al entorno de «volatilidad» económica que está golpeando, además de al país presidido por Dilma Rousseff, a otros mercados de gran peso para el sector del motor, como Rusia y, en menor medida, a los países asiáticos.

China, primer mercado

De hecho, China se mantiene como primer fabricante internacional al registrar una producción de 24,5 millones de vehículos, un 3,3% más que durante 2014. Le siguen EE.UU., que logra una evolución similar (3,8%) hasta los 12,1 millones de automóviles y Japón, que pese a encajar un descenso del 5,1% hasta los 9,2 millones de coches conserva el tercer puesto, a más de tres millones de unidades de su inmediato competidor, Alemania, con algo más de 6 millones.

Los 28 países de la Unión Europea, mientras tanto, «regresan a las cifras precrisis», si bien aún levemente por debajo de los niveles de 2005, detalló Van der Straaden. En concreto, ascienden un 6,1% en términos de producción con respecto a 2014 hasta las 18,2 millones de unidades y un 9,7% en transacciones, hasta los 16,5 millones. En comparación con las estadísticas de una década atrás, estas magnitudes caen un 1,1% y un 9,5%. El cenit en los datos de producción se produjo en el año 2007, cuando se rebasaron los 19,7 millones de automóviles ensamblados en las plantas europeas.

Por su parte, Norteamérica supera los datos previos a la crisis gracias al empuje de EE.UU., que alcanza «cifras récord», según la OICA. Al crecimiento de la producción se suma el de las matriculaciones, que se incrementaron un 4% hasta los cerca de 12 millones de unidades.

En el polo opuesto se sitúa Rusia, arrastrada por el desplome de los precios de los combustibles: las ventas han disminuido drásticamente (un 45%, hasta superar ligeramente la cota de las 1,4 millones de unidades). La producción también ha sufrido una significativa rebaja, aunque en menor medida (un -27%).