Echegoyen renuncia a la presidencia de Sareb en pleno intento de control del Estado del 'banco malo'

Aguas revueltas en la Sareb en plena cuenta atrás para que el Estado se haga con su control absoluto. El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, ha comunicado al consejo de administración su deseo de renunciar al cargo por «motivos personales». Tras su salida, será sustituido por el actual consejero delegado, Javier García del Río. Echegoyen, que deja la entidad tras siete años a sus mandos, seguirá en su actividad hasta que se elija formalmente a su sucesor tras la próxima junta de accionistas, prevista para el próximo 27 de mayo. Se espera que con el ascenso de García del Río, que se incorporó a Sareb en febrero de 2020, el puesto de consejero delegado que ocupa será amortizado.

El cambio de mandos no llega en un momento cualquiera para la entidad. El Gobierno busca fórmulas para tomar el control de esta sociedad, creada a final de 2012 para tratar de digerir los activos inmobiliarios que tenían los bancos rescatados tras la crisis. Fuentes del sector explican que actualmente se busca la fórmula legal para hacerse con más de la mitad del capital de la compañía que actualmente no está en manos del Estado.

Además, se da la circunstancia de que a finales de marzo Eurostat obligó a España a incorporar al llamado 'banco malo' dentro del perímetro de las cuentas públicas, hecho que elevó en más de 35.000 millones la deuda pública en 2020 y en más de 10.000 millones el déficit.

Ese fue precisamente el momento en que se comenzaron a estudiar las fórmulas para asumir el control total de la sociedad, ya que el peso y el riesgo financiero también lo asumía en su totalidad el Estado. Actualmente, entre los accionistas privados están Santander, CaixaBank y el Sabadell.