LG, dispuesta a una gran inversión en la planta de Nissan para hacer baterías

La búsqueda de un recambio que cubra el vacío industrial que dejará el cierre de la planta de Nissan en Barcelona -prevista para diciembre de 2021- es una de las prioridades que se han fijado las administaciones y los sindicatos. Hace pocos días, desde el ministerio de Industria se apuntaba, sin concretar, que habría un par de inversores interesados relacionados con la movilidad eléctrica, y ayer se destaparon en parte las cartas Ahora mismo, la opción que cobra enteros es la de la firma surcoreana LG Chem, dispuesta a realizar una inversión millonaria para convertir las instalaciones de Nissan en el polígono de la Zona Franca en una fábrica de baterías eléctricas. Podrían salvarse entre 1.500 y 2.000 empleos de los 2.500 que fueron a la calle con el anuncio de cierre, y la inversión estaría condicionada a recibir unos 400 millones de ayudas de fondos europeos.

Según adelantó TV3, la de LG es la opción más madura y por la que se inclinan las administraciones. La consejería de Empresa de la Generalitat, apelando a la prudencia, se limitó a apuntar que se trabaja con varias opciones. Más explícita fue la exconsejera saliente Mari Àngels Chacón -cesada por Torra el día antes-, que señaló que solo hace falta cerrar los flecos.

La llegada de LG Chem -filial de LG- de hecho sería una operación a dos bandas, en tanto que también estaría implicada en ella la automovilística Seat, que habría garantizado al nuevo inversor convertirse en su proveedor de baterías para su planta de Martorell, la mayor fábrica de coches de España. Seat anunció este verano que invertirá hasta 5.000 millones en nuevos proyectos, especialmente relacionados con el coche eléctrico. La automovilística no quiso confirmar su implicación, limitándose a señalar que en la electrificación, «todas las decisiones que ayuden a avanzar son positivas».

El de LG no sería es el único proyecto interesado en instalarse en Barcelona. Según desveló ayer el presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, en una entrevista a la agencia ACN, otro gran grupo estaría dispuesto a invertir hasta 3.500 millones, y tendría capacidad para crear 3.000 empleos directos. Desde Fomento del Trabajo se apuntó a ABC que el proyecto es sólido y que el inversor considera especialmente atractiva la ubicación de la planta, adyacente al puerto y al aeropuerto. Fuentes del sector apuntan que se trataría de la multinacional Schneider.

Inversión millonaria

La fábrica de baterías es una pieza codiciada para el futuro de la automoción en España, sector que supone el 10% del PIB. Barcelona ofrece una excelente ubicación, por la cercanía de la fábrica de Seat -donde se harán eléctricos a partir de 2025-, pero también de Opel en Zaragoza, Volkswagen en Pamplona y Ford en Valencia. La compañía estadounidense y Volkswagen, matriz de Seat, firmaron el año pasado un acuerdo para colaborar en el desarrollo de vehículos eléctricos. Por cierto que LG Chem es el proveedor de las baterías de la plataforma MEB de Volkswagen, pieza clave en los lanzamientos eléctricos del grupo.

Las baterías son el 40% del valor añadido de un vehículo eléctrico, pero su peso, hasta 650 kilogramos, hace que su transporte sea complejo. Para atraer una «gigafactoría», Industria ha impulsado la participación española en la Alianza Europea de la Batería, en un Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI), lo que permitiría inyectar ayudas de Estado. Y también ha mantenido intensos contactos con la asociación china EV100.