Datos del Sexagésimo aniversario

La pregunta lógica es la de si con ello nos ha ido bien, cuando se cumplen en 2019 exactamente sesenta años, tras los citados preludios desde 1953, del inicio de cambios radicales en la política económica

En 1959 eran escuálidas nuestras exportaciones y angustioso el poder importar. EFE

JUAN VELARDE FUERTES

España lleva sesenta años de cambio radical en lo económico, con las consecuencias derivadas, pues como consecuencia de nuestra participación en la Guerra Fría -Pacto con Estados Unidos en 1953-, se produjo el ingreso en la OECE, en el FMI, en el Banco Mundial, y en 1959 se puso en marcha el Plan de Estabilización . Con esta puerta abierta, en 1970 tuvo lugar el Tratado Preferencial con la Comunidad Europea, en 1978 la aprobación de la Constitución con toda una serie de mensajes para la política económica, en 1985 ingresa España en el mundo comunitario y desde 1999 nos integramos en la Zona del Euro , con la consiguiente desaparición de la peseta y de nuestra independencia monetaria.

La pregunta lógica es la de si con ello nos ha ido bien, cuando se cumplen en 2019 exactamente sesenta años, tras los citados preludios desde 1953 , del inicio de cambios radicales en la política económica. Creo que basta con dar unas cifras clave, como las contenidas en el artículo del profesor Antonio Alonso Rodríguez, «El sector exterior en la recuperación de la economía española: algunos desafíos», publicado en «Información Comercial Española», marzo-abril 2015. En 1959 eran escuálidas nuestras exportaciones y angustioso el poder importar.

Pues bien, ahora nos encontramos con que el porcentaje de la suma de exportaciones e importaciones respecto al PIB se encuentra en torno al 60%, cifra que, como dice el profesor Alonso, marca un coeficiente de apertura «comparable, o incluso superior al de algunos países europeos de similar tamaño al de España». ¿Y esta radical modificación, acompañada de otras, desde la estatificación del Banco de España a la liquidación del INI, vino bien? Creo que por eso las cifras en este sentido son las que en 1959, según la OCDE, muestran el PIB por habitante de España frente a Europa.

Si entonces el de Francia era un 317,9% superior , ahora lo es solo un 36%; si Italia tenía un 56,2% más en 1959, ahora, según varias estimaciones, España ya lo ha superado; y en Reino Unido, se ha pasado a un 12,1% Y esa convergencia muy fuerte se contempla también con Alemania; porque es, sencillamente, general. ¿No merece la pena esperar que esa labor de hace años no se altere tras las elecciones del pasado 28 de abril?

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