Cameron busca fórmulas para que las empresas no discriminen a los candidatos en función de su nombre
Cameron busca fórmulas para que las empresas no discriminen a los candidatos en función de su nombre - AFP

Currículos sin nombre: la propuesta del Reino Unido para evitar la discriminación laboral

Distintos estudios han demostrado que algunas empresas se basan en la procedencia del nombre de los candidatos para determinar su contratación

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Determina nuestra forma de ser, gustos, apariencia física... e incluso éxito laboral. El nombre es una seña de identidad que puede condicionar que encontremos un trabajo o no. Distintos estudios han demostrado que los apellidos compuestos, la sonoridad o la coincidencia de iniciales entre empresa y candidato favorecen la contratación. Sin embargo, esta asociación también tiene efecto nocivo: la discriminación.

Un buen número de análisis han demostrado que, en determinados países europeos, las empresas son más proclives a contratar a personas que tienen, teóricamente, un nombre «nacional». Por contra, si el nombre de un currículum suena extranjero, las compañías se lo piensan dos veces. Es decir, en el Reino Unido es más fácil encontrar un trabajo si te llamas John que Mohamed.

Como ejemplo, un proyecto del Instituto para el Estudio del Trabajo (IZA) de Alemania demostró que las personas con nombre alemán tenían un 14% más de probabilidades de ser llamados para un puesto de trabajo que las que tuvieran un nombre turco. En Francia, otro análisis demostró que las personas con ascendencia africana contaban con más dificultades a la hora de encontrar trabajo. El problema no afecta únicamente a las minorías étnicas, sino que las mujeres también sufren este tipo de discriminación.

La diferencia es visible también en la formación académica. Un estudio del Russel Group demostró hace escasas semanas que la presencia de minorías étnicas en universidades como Oxford o Cambridge entre 2010 y 2012 se situó en el 36%, mientras que el porcentaje de estudiantes blancos se establecía en el 55%.

Respuesta de los Estados

Distintos Gobiernos han puesto en marcha iniciativas para evitar que estos valores subjetivos se produzcan en los procesos de selección de las empresas. Según publica «The Economist», Alemania patrocinó en 2010 un sistema por el que las empresas no llegan a ver el nombre del solicitante de empleo para evitar así una teórica preferencia. Los ensayos también se han repetido en los Países Bajos y Suecia.

El último en sumarse a este proyecto ha sido el Ejecutivo de Cameron. Hasta diez empresa públicas y privadas, entre las que se incluyen algunas compañías como HSBC o Deloitte, han acordado modificar sus procesos de reclutamiento para adecuarlos al «name-blind» (traducción literal de nombre ciego). Cameron aseguró que, de esta forma, se eliminará la discriminación en estos procesos de selección.

Sin embargo, los efectos reales que puede generar este tipo de medidas todavía se desconocen. «The Economist» también hace referencia a otros estudios que concluyen que es imposible que las empresas no encuentren la forma de identificar a la etnia del posible empleado. Características como sus estudios, la localización de su residencia o sus idiomas (si habla árabe, por ejemplo) provoca que no sea necesario el nombre para la discriminación laboral.

Ver los comentarios