Un «cuento emprendedor» con un final feliz

Desde su creación en 2015, Mumablue ha vendido medio millón de libros

Cristina Rodríguez con un ilustrador de su equipo ABC

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Cada uno de los cuentos de Mumablue contiene una lección de vida: superar los miedos, saber compartir y disfrutar del tiempo en familia, plantar cara al «bullying»... Valores como la empatía, la confianza, la amistad, la tolerancia, el respeto, la autoconfianza, la autoestima... rezuman entre las líneas de estos textos infantiles. ¿Qué les hace diferentes? Que su pequeño lector, niños de 2 a 9 años, son los que viven la aventura. Ellos mismos, a su imagen y semejanza, son los protagonistas de los siete títulos con los que cuenta esta startup: «Burbujas», «El reino de Meriñán», «Planeta Gelatina»... entre otros.

Desde su web (mumablue.com), con un sencillo editor online se personaliza el libro. «Los niños crean su propio avatar, su doble virtual, y escogen sus rasgos más característicos: pecas, la forma de los ojos, el color de la piel o del color del pelo o no tenerlo. Tenemos hasta implantes cloqueares, gafas, tipografía para niños con dislexia... para que puedan identificar cualquier detalle que ellos mismo tengan y ninguno se sienta excluido», cuenta Cristina Rodríguez, la publicista que ha ideado y desarrollando esta idea y que fundó, junto a Manuel Córdoba (ingeniero informático) y Julio Morales (ilustrador) Mumablue en 2015. Una vez realizada la configuración del avatar, la historia elegida se recibe en casa en un plazo de una semana: un libro de 44 páginas, en color, tapa dura, troquel en la portada, plastificado y con brillo antimanchas dactilar y en el que su lector es el protagonista. Además, se puede poner una foto y dedicatoria para el pequeño.

Desde su creación, Mumablue ha vendido medio millón de libros, sus títulos han sido traducidos a once idiomas y ha conquistado mercados como el de Alemania, Francia y Estados Unidos. Poco podía imaginar Cristina Rodríguez que una idea que empezó para ayudar a sus sobrinas se convirtiera en un éxito en el mercado editorial. «Me daba pena —recuerda— que mis sobrinas fueran incapaces de leerse un libro por gusto, como hacía yo en mi infancia. Lo que debía se un hobby se convertía en un obligación. A partir de ahí inventé una historia en la que ellas se veían como un personaje más del cuento. Y les encantó».

Cuenta con siete títulos que han sido traducidos a once idiomas

Esa idea fue madurando . «Hubo que crear un software desde cero; conseguir una imprenta que pudiera imprimir solo un libro que es único; con la ayuda de mi cuñada, que es psiquiatra infantil, dar el contenido pedagógico a las historias...», dice Rodríguez. Ahora, Mumablue son un equipo de 17 personas (ilustradores, ingenieros informáticos, psicóloga, editora, profesionales del marketing y finanzas) que quieren seguir creciendo, para continuar contando historias a esos niños que también han crecido con ellos.

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