Los reclutadores leen cientos de currículos para un único puesto
Los reclutadores leen cientos de currículos para un único puesto - FOTOLIA

Consejos para adaptar nuestro «curriculum vitae» según adquirimos experiencia

Si queremos mejorar nuestras oportunidades laborales, esta tarea es de vital importancia, advierten desde Trabajando.com

MADRID Actualizado: Guardar
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La importancia de adaptar nuestro «curriculum vitae» según adquirimos experiencia laboral es tal que puede suponer que continuemos o que nos descarten en un proceso de selección. Los reclutadores leen cientos de currículos para un único puesto, por ello, debemos siempre analizar qué es lo que marcará la diferencia con los demás candidatos. Esto se aplica a todas las etapas: becas, prácticas, primeros empleos y etapa senior.

Cuando iniciamos la búsqueda de nuestra primera oportunidad laboral carecemos de experiencia, por tanto «debemos potenciar los conocimientos adquiridos a través de nuestra formación, y las habilidades y competencias que hemos desarrollado realizando actividades en equipo, practicando deporte o alguna disciplina artística, así como con trabajos de voluntariado o no relacionados con nuestros estudios», comenta Sergio Picciolato, director de HR- Consulting España.

En estos casos, la formación se sitúa en el «curriculum vitae» por delante del campo de la experiencia.

Además, es aconsejable que los jóvenes con nula o poca experiencia no superen una página dado que de lo contrario el reclutador podría llegar a pensar que su currículo no es tan conciso como debería y el objetivo es facilitar su lectura al máximo.

Sin embargo, cuando llevamos años trabajando, la información que más le interesa a un reclutador es la relativa a nuestra experiencia profesional dado que es la acreditación frente a competencias y conocimientos. Llegado este momento, lo recomendable es ubicar este campo por delante del de la formación. Y como lo ideal es que el currículo no exceda de las dos páginas, iremos eliminado los primeros contactos con el mercado laboral o aquellos que no aporten valor añadido para el puesto que solicitamos.

¿Qué he hecho hasta ahora que me puede ayudar a conseguir el trabajo? «Una buena práctica es analizar los requisitos y habilidades necesarias para desempeñar con soltura las tareas del puesto de mi interés», afirma Picciolato. En lugar de escribir largos párrafos con todo detalle sobre lo realizado en cada puesto, debemos plasmar únicamente las capacidades adquiridas.

Los profesionales de recursos humanos hablan de dos aspectos que nunca deben faltar: el tiempo que una persona ha estado en un puesto de trabajo y las responsabilidades y logros obtenidos. Es por ello que es imprescindible indicar periodo, cargo, empresa, tareas y capacidades adquiridas.

Denominadores comunes

Lo que sí debe ser común en currículos tanto de perfiles junior como senior es la forma en la que presentamos la información que siempre debe incluir: los datos personales (nombre completo, ciudad de residencia, teléfono de contacto, e-mail profesional); introducir una breve descripción de nuestras competencias y habilidades; utilizar palabras clave; usar un lenguaje claro y conciso; ordenar experiencia y formación siempre de lo más reciente a lo más antiguo; no cometer faltas de ortografía o de redacción y adaptar el diseño según el sector.

Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España, añade que, con independencia de nuestra corta o larga experiencia, «es fundamental hacer un buen análisis de nuestra trayectoria profesional para valorar qué incluir y qué no cuando enviamos nuestro «curriculum vitae» a una empresa. Actualizarlo constantemente es vital si queremos que pase, al menos, el primer filtro».

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