Confiesa uno de los directivos de Wirecard

El directivo alemán se había entregado a principios de la semana pasada, después de haber negociado el acuerdo y volar de vuelta a Múnich desde los Emiratos Árabes Unidos

Reuters

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La Fiscalía de Múnich ha logrado un primer gran triunfo en el caso contra el proveedor de servicios de pago en Internet Wirecard , al conseguir la confesión de uno de sus directivos, el ex jefe de la filial de Wirecard, Cardsystems Middle East, que fue arrestado bajo sospecha de fraude y que ha reconocido su participación en la trama tras llegar a un acuerdo con los fiscales. «Mi cliente se sometió voluntariamente a los procedimientos y, a diferencia de otros, reconoce su responsabilidad individual», ha dicho su abogado, Nicolas Frühsorger. El directivo alemán se había entregado a principios de la semana pasada, después de haber negociado el acuerdo y volar de vuelta a Múnich desde los Emiratos Árabes Unidos. En el Emirato de Dubai, Cardsystems Middle East desempeñaba un papel central en el negocio asiático de Wirecard. Los investigadores creen que buena parte las presuntas manipulaciones contables de miles de millones de dólares de las cifras comerciales de Wirecard tenían su origen allí.

Otra filial importante del procesador de pagos tiene su sede en Dublín. En la capital irlandesa, la policía registró hace unos días los locales comerciales de Wirecard. Según el fiscal, el gerente de Dubai fue interrogado el día de su arresto. Ahora ha vuelto a hablar en detalle con los investigadores. «Sin embargo, solo hablaremos con la fiscalía de Múnich sobre los detalles, con nadie más», dijo su abogado. El gerente está bajo custodia debido al riesgo de fuga. La orden de arresto se basa, entre otras cosas, en la sospecha urgente de fraude comunitario grave.

A medida que avanza la investigación va quedando claro, además, que el regulador financiero alemán BaFin había informado al ministro de Finanzas, el socialdemócrata y posible candidato a la Cancillería de Berlín en las próximas elecciones generales, Olaf Scholz, sobre la potencial manipulación de cuentas de Wirecard, en febrero de 2019, año y medio antes de que la compañía colapsase. BaFin advertía sobre sus sospechas de falsificación contable e informaba al ministro de que abría una investigación. El adjunto del ministro, Joerg Kukies, ha confirmado que se reunió dos veces con el entonces director ejecutivo de la compañía , Markus Braun, a finales del año pasado y fuentes de la Cancillería de Merkel han avanzado que el Ministerio de Finanzas hará pública toda la información que poseía sobre a empresa, en aras de la transparencia. La presión rece también sobre el regulador financiero, que podría haber dilatado en el tiempo la investigación para evitar dañar a un icono nacional de la economía en Internet y proteger a los accionistas. El presidente de BaFin, Félix Hufeld, ha defendido el proceso y reconocido que esta institución fracasó en su tarea de detectar un fraude masivo, aunque ha acusado a los inversores bajistas de movimientos deliberados que anticiparon la caída en bolsa de las acciones.

La autoridad Europea del Mercado de Valores (ESMA) llevará a cabo una evaluación de la supervisión de la BaFin, así como del trabajo del Panes de Control de Informes Financieros (FREP) de Alemania. «Será una evaluación de la respuesta de supervisión en el área de información financiera en el caso Wirecard», ha dicho la institución, que ha fijado como plazo el 30 de octubre para tener listo su informe y que actúa en respuesta a la carta de la Comisión Europea del pasado 25 de junio, en la que Bruselas solicitaba un análisis. El supervisor europeo ha señalado que el caso socava «la confianza de los mercados» y «la necesidad de información financiera de alta calidad». Este fallo de confianza se produce en un momento crucial, en pleno Brexit, en el que la city londinense trata con hacerse con el papel de bolsa de referencia europea, y podría perjudicar a otros mercados como el de Fránkfurt.

Deutsche Boerse, el operador de la bolsa alemana, ha propuesto un cambio de regulación para acelerar la expulsión del selectivo Dax de las compañías que se declaren insolventes. Si sale adelante, la nueva norma supondría que Wirecard debería dejar el índice en agosto , sin esperar a la revisión regular de su composición que se llevaría a cabo en septiembre. Wirecard se incorporó al Dax en 2018, cuando su incorporación expulsó del mismo al Commerzbank, en pleno auge del sector tecnológico y de pérdida de valor de las entidades, muy tocadas por la política de tipos bajos de interés del Banco Central Europeo y por sus dificultades para generar rentabilidad. La compañía logró alcanzar en pleno auge una capitalización de 20.000 millones de euros en bolsa por su negocio de pagos online. La compañía se declaró insolvente ante los tribunales el mes pasado, tras hacerse público un agujero de 1.900 millones de euros en sus cuentas, según una investigación del diario Financial Times, y que su auditor, EY, atribuye a un sofisticado fraude global. Su deuda con los acreedores asciende a 4.000 millones de euros y sus acciones han llegado a hundirse un 98,77% en apenas seis sesiones tras destaparse el escándalo.

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