La conciliación se cuela en la campaña electoral

Rajoy propone un acuerdo político para que la jornada laboral termine a las seis

MADRID Actualizado: Guardar
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Es la eterna asignatura pendiente de España y uno de los problemas que más afectan al día a día de las familias. La conciliación de la vida familiar y laboral sigue estando muy verde en nuestro país pero lo cierto es que en las últimas semanas ha conseguido colarse en la actualidad política nacional. La previsible nueva convocatoria de elecciones ha hecho que algunos partidos hayan comenzado a explotar frentes que hasta ahora habían dejado de lado. Hay que agudizar el ingenio para convencer a unos votantes más que desencantados con la política.

La primera propuesta ha venido del presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy, que lanzó una batería de cinco medidas para la «próxima legislatura» entre las que se encuentra la de promover un acuerdo político para que la jornada laboral en España concluya a las seis de la tarde.

El objetivo, para Rajoy, no es otro que «todas las mujeres que quieran trabajar puedan hacerlo, que estén en las mismas condiciones que los hombres, que la igualdad sea real y no sólo esté en las leyes».

En España aún hay mucho que hacer en materia de conciliación e igualdad. Así lo desvelan las estadísticas de mujeres directivas: aunque las féminas suponen más de la mitad de la población con estudios universitarios, sólo ocupan uno de cada cuatro altos cargos en las empresas españolas medianas y grandes. Según el estudio internacional Women in Business 2016 de Grant Thornton, que analiza la situación del liderazgo femenino en el mundo a partir de más de 5.500 entrevistas a directivos y directivas de 36 países, el 26% de puestos ejecutivos ocupados por mujeres coloca a nuestro país ligeramente por encima de la media global y de la UE, situadas ambas en el 24%.

Estancamiento del liderazgo

No obstante, el documento refleja también el estancamiento en el avance del liderazgo femenino desde 2012, con un crecimiento de sólo dos puntos porcentuales desde entonces. La encuesta desvela cuáles son las principales barreras que afrontan las mujeres en el camino a la dirección: el cuidado de los hijos y la pervivencia de los prejuicios de género afloraron como los obstáculos más señalados por las directivas españolas.

La consecuencia directa de esta menor posibilidad de ascenso es la brecha salarial que separa a las nóminas masculinas de las femeninas. Según los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el problema es el techo de cristal que sufre la mujer y que le impide alcanzar puestos directivos y de responsabilidad en las empresas. Esto hace que, de media, las mujeres cobren 4.620 euros menos al año que los hombres. En las retribuciones de hasta 38.000 euros anuales, la diferencia salarial apenas es significativa. Sin embargo, a partir de esa cantidad la brecha comienza a agrandarse y los salarios de más de 42.000 euros los perciben la mitad de mujeres que de hombres. Las diferencias más contundentes se aprecian a partir de los 75.000 euros anuales de ingresos, cantidad que solo cobra una mujer por cada tres hombres. Por encima de este nivel, la situación empeora, pues los sueldos de más de 130.000 euros apenas alcanzan a dos mujeres por cada ocho varones.

No obstante, los Técnicos resaltan que la brecha salarial media disminuyó en 921 euros en la última década, lo que supone una rebaja del 16,6%, si bien en los tramos de mayores ingresos el gap salarial se ha ampliado en detrimento de la mujer.

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