¿Cómo son las salas de autoridades de los aeropuertos?

La exjuez y diputada de Podemos Victoria Rosell causó el miércoles un altercado en el aeropuerto de Gran Canaria cuando exigió a un empleado de AENA, sin éxito, acceder a la sala de autoridades. El real decreto de 1983, que regula su utilización, establece que su uso está limitado exclusivamente a las altas autoridades del Estado, consideración que excluye a los diputados.

Es decir, solo están autorizados para su utilización los miembros de la Casa Real, el presidente del Gobierno, los ministros, los secretarios de Estado, los subsecretarios y los secretarios generales de los ministerios, además de los directores generales de la Policía y la Guardia Civil. Asimismo, pueden usarla los presidentes de Congreso y Senado, los presidente del Tribunal Constitucional y del Supremo y los miembros del poder judicial, los expresidentes del Gobierno, el jefe de la oposición, el Fiscal General del Estado, el presidente del Consejo de Estado, el del Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo, los delegados del gobierno de las comunidades autónomas, el Gobernador del Banco de España y los jefes de Estado Mayor del Ejército.

Conviene matizar que únicamente están disponibles cuando el viaje que realizan es oficial.

Los embajadores y otros cargos del ministerio de Asuntos Exteriores también utilizarla previa petición, a diferencia del resto de los cargos, que exclusivamente deben notificar con suficiente antelación su intención de utilizarla.

Diferentes de las salas VIP

Las diferencias de estas salas con respecto a las zonas VIP de los aeropuertos, a las que pueden acceder los clientes «business» de las aerolíneas, son importantes: sus dimensiones dependen de la amplitud del aeropuerto. En los principales aeródromos, como Adolfo Suárez Madrid Barajas o El Prat (Barcelona), se trata de estancias amplias dotadas con una zona de descanso, con sofás y mesillas, y otra de trabajo con algunas de las comodidades que se pueden encontrar en las salas VIP (agua, refrescos y prensa nacional). En los aeropuertos más pequeños no pasa muchas veces de pequeñas salas con escaso mobiliario.

Una de las principales ventajas que permiten es la de no pasar por los controles rutinarios de seguridad en la zona de embarque. En los mayores aeropuertos, las salas incorporan una máquina de inspección para que los usuarios de la sala de autoridades introduzcan directamente su equipaje. En otros casos, existe un procedimiento específico para evitar las largas esperas.