Cómo lograr que la calefacción no sea una máquina de quemar dinero

Con sentido común y constancia se puede conseguir un ahorro superior al 20%

El frío ha llegado tarde, pero con ganas, y conseguir un hogar cálido puede converstirse en un auténtico agujero para el bolsillo. Para evitar sobresaltos con la factura hay que entender que la eficiencia y el ahorro empiezan desde el exterior, ya que un aislamiento adecuado puede reducir hasta un 40% de consumo de energía. Una vez dentro de casa, el ahorro puede suponer más de un 20% de la factura. El compromiso colectivo, a través de la transposición de la directiva comunitaria 2012/27/UE, es de reducir en un 20% el consumo con el apoyo del Plan de Acción de Eficiencia Energética 2014-2020. Campañas como la reciente «Pequenos Gestos», de IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), han subrayado la importancia de este ahorro. Ya no solo por el respeto al medio ambiente sino también por un espíritu de gestión de la economía doméstica y, por extensión, para paliar los efectos de la «pobreza energética». De ahí las iniciativas de algunas instituciones como Fundación Gas Natural Fenosa, que ha creado la Escuela de Energía para asesorar, entre otros aspectos, sobre medios para ahorrar energía (la compañía señala en su «Índice de Eficiencia Energética en las pymes» el ahorro se puede acercar al 25%).

José María de la Fuente, presidente de Agremia (Asociación de Empresas del sector de las Instalaciones y la Energía) recomienda, además de sencillas pautas diarias (ver recuadro), vigilar el correcto funcionamiento de los aparatos dedicados a que el confort térmico sea un habitante más de la casa: «No todos los radiadores llevan válvula termostática, y deberían llevarla, para regular la temperatura de cada estancia, así como termostatos y programadores. Revisar, además, la caldera cada dos años supone un consumo más eficiente». De la Fuente aconseja a las comunidades de vecinos que estén atentas a las promociones y ayudas de cada región para una mayor eficiencia y, en el caso de pisos con calefacción central, «estudiar la instalacion de repartidores de coste y medidores individuales».

Una manera gráfica de iniciar el recorrido de ahorro es hacerlo por la misma puerta, como señala Julián García, director gerente de la empresa especializada en reformas Ruben´s Design: «Una puerta acorazada no solo supone una seguridad extrema, ya que al tener como aislante en su interior lana de roca y un burlete en cuchilla automático elimina ruidos y aisla del frío como del calor. En el caso de las ventanas de rotura de puente térmico (RPT), con doble acristalamiento y protección solar, dejan pasar la luz, pero no los rayos que provocan el calor, y el gas de su cámara interior aísla del frío y del calor».

La tecnología aplicada a los materiales de construcción y decoración, contribuye, sin duda, a reducir el gasto energético, como destaca García en otro elemento a tener en cuenta: «La pintura es otro punto también muy importante, ya que una térmica, fabricada con esferas huecas microscópicas, nos haría ganar o perder tanto en frío como en calor unos dos o tres grados».

El futuro está abierto, en todo caso, a nuevas soluciones de construcción sostenible: la compañía Sto Ibérica ha anunciado, por ejemplo, cómo el modelo de vivienda con el estándar «Passivhaus» reduce a solo una décima parte el consumo anual de energía. Desde la radiación solar al propio calor que desprende el ser humano, el ahorro se multiplica (con un ligero incremento, eso sí, en los costes de construcción).

Ricardo Martín, profesor del Máster en Energías Renovables y Eficiencia Energética de Udima (Universidad a Distancia de Madrid), subraya la importancia, más allá de lo doméstico, del concepto estructural: «Interviene la orientación con formas alargadas en el eje norte-sur, con salones y dormitorios con ventanas hacia el sur. Los materiales empleados deben tener alta inercia térmica y, en cuanto a los elementos arquitectónicos particulares, hay que mencionar que las fachadas deben poseer colores claros (coeficiente de reflectancia media mínima de 0.5)». El profesor Martín destaca, ya puertas adentro, la importancia de realizar las pautas para ahorrar en energía: «La ventilación no debe superar los cinco minutos para no perder calor interior en exceso, es importante purgar los radiadores al inicio de temporada, programar el encendido de la calefacción una hora antes de llegar a casa...». Sencillos consejos que, unidos, contribuyen a una mayor eficiencia, a un mayor ahorro.

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