China promete menos aranceles y más apertura e importaciones

En plena guerra comercial con EE.UU., una macroferia comercial reúne a 3.600 empresas de 172 países

En esta macroferia comercial, las autoridades chinas reivindican su papel como mayor mercado del planeta EFE
Pablo M. Díez

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Entre promesas de más importaciones, más apertura económica y menos aranceles, Shanghái ha acogido esta semana una macroferia comercial con 3.600 empresas de 172 países. En plena guerra comercial con Estados Unidos por los aranceles impuestos por Trump, la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, en sus siglas en inglés) ha querido demostrar al mundo el aperturismo económico del gigante asiático y ampliar su percepción no solo como la «fábrica global», sino también como el mayor mercado del planeta.

Apelando una vez más a su crecimiento económico de las cuatro últimas décadas y a sus 1.300 millones de habitantes, con los que sueñan las empresas de todo el mundo, el presidente Xi Jinping inauguró el lunes la muestra insistiendo en que «es nuestro sincero compromiso abrir el mercado de China». Para ello, prometió bajar aranceles y ampliar la inversión extranjera en la salud y la educación. De igual modo, anunció una mayor apertura en el sector financiero y en los servicios, así como la progresiva liberalización de la agricultura, la minería y las manufacturas.

Pero, como en ocasiones anteriores, evitó dar plazos y detalles. Para captar a los vendedores de otros países, tan solo predijo que, en los próximos 15 años, las importaciones chinas ascenderán a 30 billones de dólares (26,3 billones de euros), y a 10 billones de dólares (8,7 billones de euros) las de servicios.

Para demostrar esta voluntad compradora, empresas estatales como la petrolera CNPC y la petroquímica ChemChina han firmado acuerdos millonarios durante la feria. Pero, según informa la agencia Reuters, muchos de dichos contratos forman parte de sus pedidos anuales, que se formalizan en noviembre.

A la feria han asistido primeros ministros y presidentes de 18 países, pero sin presencia de mandatarios occidentales

En el ámbito político, a la feria han asistido los presidentes y primeros ministros de 18 países. Desde Rusia hasta Vietnam o Kenia, la mayoría eran aliados de China y socios de sus «Nuevas Rutas de la Seda», pero ha destacado la ausencia de mandatarios occidentales.

El caso más revelante es EE.UU., que no ha enviado a ningún alto representante al hallarse inmerso una virulenta guerra comercial con China que ha provocado la imposición mutua de aranceles multimillonarios. Mientras la Casa Blanca ha gravado importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares (218.000 millones de euros), Pekín ha hecho lo propio con compras estadounidenses que suman 110.000 millones de dólares (96.000 millones de euros). Aun así, han acudido 136 compañías estadounidenses, entre las que destacan Ford, General Electric, Dell y Google, prohibida en este país por no someter su buscador de internet a la censura china.

«Los países deben oponerse explícitamente al unilateralismo y al proteccionismo para que podamos construir una economía mundial abierta», volvió a reclamar Xi Jinping con el mismo discurso que lleva repitiendo desde que inauguró el año pasado el Foro de Davos. En clara oposición al proteccionismo que pregona Trump, el autoritario régimen de Pekín intenta erigirse en adalid de la globalización y el libre comercio. Pero China mantiene importantes sectores de su economía cerrados al extranjero y en manos de empresas estatales.

En esta macroferia comercial, la innovación tiene gran protagonismo. En la imagen, un hombre prueba el sistema Oculus de realidad virtual EFE

Además de estos monopolios, el gigante asiático es uno de los países más difíciles para las compañías foráneas, como ha vuelto a recordar la Unión Europea al pedir en un comunicado más apertura y seguridad jurídica con el fin de competir en igualdad de condiciones con las chinas. A todo ello se suma la burocracia del régimen, que dificulta hasta la extenuación hacer negocios en este país. En forma de normas y regulaciones, en China rigen 4.187 barreras no arancelarias para las empresas de otros países, en comparación con las 2.559 de EE.UU., según cifras de la ONU recogidas por el periódico «South China Morning Post». Aunque China ha rebajado sus aranceles en los últimos años, sigue siendo muy complicado para las firmas extranjeras hacer negocios en su gigantesco mercado.

Ventas online en el Día del soltero

La semana empezó en China con la macroferia de importaciones y termina hoy domingo con el «Día del Soltero», una jornada de descuentos en internet con ventas superiores a las del «Viernes negro» y el «Ciberlunes» de Estados Unidos. Tras facturar el año pasado más de 20.000 millones de euros, el gigante de ventas por internet Alibaba importará en el próximo lustro productos de 120 países por valor de 200.000 millones de dólares (175.000 millones de euros). Así lo anunció su consejero delegado, Daniel Zhang, durante la Feria Internacional de Importaciones de Shanghái.

En total, China importó el año pasado 1,84 billones de dólares (1,6 billones de euros), un 16% más que en 2016. En el próximo lustro ha prometido importar 8 billones de dólares (6,9 billones de euros).

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