Carsharing, un modelo de negocio todavía en periodo de rodaje

Vehículos compartidos, un cambio de hábitos en la movilidad urbana

Destaca el perfil de hombres entre 25 y 35 años de edad ABC

Francisco Valente

El auge del servicio de movilidad compartida es una constante en las grandes capitales mundiales, y Madrid no es la excepción. Los nativos digitales son el motor que enciende a las empresas a pilotar un negocio que aún está muy lejos de su meta .

Según palabras de José Antonio León Capitán , director de Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo PSA, el carsharing no es más que una forma de responder a las necesidades de movilidad que existen en el mercado, de un grupo de gente que demanda un tipo de traslado diferente a lo conocido hasta hoy . «Además de ser fabricante de vehículos, desde PSA se ha decidido ser proveedor de movilidad», comenta el portavoz de la compañía. León Capitán asegura que el servicio de coche compartido es la punta del iceberg en lo que a desplazamiento se refiere, y afirma que de un tiempo a esta parte se está apostando mucho en el sector.

Sin embargo, las empresas que participan de este mercado entienden que el negocio es incipiente y que su desarrollo y crecimiento hacia la rentabilidad será paulatino. José Pacheco , managing partner en la consultora B4Motion, relata que las metricas son muy claras: hay que lograr una cantidad determinada de utilizaciones diarias por vehículo para obtener en principio una rentabilidad operativa para luego acercarse poco a poco al umbral de beneficios. «A mayor densidad de coches en la ciudad el servicio se hace más reconocible, pero también aumenta el volumen de competidores. Ahora empieza una nueva carrera por fidelizar al usuario. No es algo que se logre a corto plazo», dice.

Actualmente conviven en Madrid firmas de servicio de carsharing tales como Car2go (Daimler AG), Emov (PSA Peugeot Citroën), Zity (Renault y Ferrovial) o WiBLE (Kia y Repsol). El sistema de alta es a través de aplicaciones y se pueden reservar vehículos de dos, cuatro y hasta cinco plazas, dependiendo de la compañía. Cada día se suman más usuarios pero destaca el perfil de hombres entre 25 y 35 años de edad . Los coches pueden moverse libremente por la capital con el único límite de la autonomía del coche.

León Capitán opina que el carsharing ha cambiado el paradigma de movilidad de las principales capitales europeas y se presenta como una oportunidad para participar de un nuevo habito de consumo para la utilización de vehículos. «Mas allá de la rentabilidad inmediata de Emove apostamos por cubrir las necesidades de movilidad de una población que tal vez el día de mañana venga a nosotros a comprar un coche », señala el del Grupo PSA. Además, afirma que por el momento no se puede hablar de rentabilidad porque es un mercado nuevo y se lo está conociendo.

Desde B4Motion coinciden en que se trata de un negocio que aún no goza de la repetición necesaria por parte del usuario. « Recién podremos hablar de beneficios a dos o tres años. Algunos vehículos están en su umbral de rentabilidad, pero para que eso suceda con toda la flota ahora mismo es muy difícil. Tiene que entrar en la perspectiva de uso diario», explica Pacheco.

En cuanto a Madrid como escenario, los expertos entienden que la capital cuenta con una regulación favorable que predispone un crecimiento sostenible del negocio. Las condiciones del plan de movilidad, en cuanto a protocolos de actuación contra la contaminación se refiere, son similares a los de Londres, París o Berlín. Pacheco indica que es muy importante el apoyo legislativo que ha dado el Ayuntamiento en cuanto a la circulación de coches eléctricos y al parking gratuito en la zona centro. No obstante, León Capitán opina que aún falta trabajo para terminar de adaptar la infraestructura real a la estrategia de movilidad . «Hay que mejorar ciertas cosas. Si queremos que el coche eléctrico triunfe necesitamos crear el ecosistema necesario , por ejemplo con más puestos de recarga», dice.

Respecto a los «players» que compiten en el mercado, B4Motion ha calculado que desde la M30 hacia adentro el circuito de la ciudad soportaría alrededor 3.500 vehículos de servicio compartido . «Todavía queda espacio para otros competidores, sobre todo para cubrir la zona periférica. Son tiempos de posicionamiento», dice Pacheco. Por su parte, León Capitán asegura que si bien cada uno ofrece particularidades diferentes dentro del servicio, son todos competencia. «En PSA estamos acostumbrados a la competencia. Lo que la empresa quiere es que la gente la tenga como referencia, como proveedor de movilidad», indica

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