Sede de Caixa Geral en Lisboa
Sede de Caixa Geral en Lisboa - REUTERS

Caixabank planta cara a Caixa Geral por el uso de la marca

La entidad portuguesa prevé cambiar su nombre a Banco Caixa, pero los catalanes han llevado el asunto a los tribunales

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La entidad financiera número uno en Portugal, Caixa Geral de Depósitos (CGD), se ha visto enzarzada en un litigio con la española Caixabank a causa del nombre.

La firma pública del país vecino, en pleno proceso de recapitalización tras detectarse la urgencia de una inyección de entre 4.000 y 5.000 millones de euros, pretende iniciar su nueva etapa con un cambio de nombre, Banco Caixa, que no ha gustado nada a los catalanes, con fuerte presencia en el mercado luso ya que controla el Banco Portugués de Inversiones (BPI).

El consejo de administración de CGD aprobó registrar la marca en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, sembrando así el recelo tanto en Caixa D’Estalvis i Pensions como en Caixabank Sociedad Anónima.

Barcelona ya ha presentado una demanda, por lo que el asunto se encuentra en una fase de evaluación de los argumentos. En principio, la solución deberá conocerse dentro de unas cuantas semanas, aunque no se sabe aún cuándo exactamente.

La institución financiera presidida por António Domingues hasta el pasado 31 de diciembre se halla sin dirección en este momento, a la espera del nuevo equipo bajo las órdenes de Paulo Macedo. En cualquier caso, está claro cuál será su próximo plan para acometer la búsqueda de la rentabilidad lo antes posible: despedir a 2.200 empleados de aquí a 2020.

Así lo reveló el propio Domingues durante su comparecencia parlamentaria para explicar las razones de su polémica marcha después de conocerse que iba a cobrar 30.000 euros al mes.

El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, acaba de manifestar su convencimiento de que lo importante para el país vecino es mantener una CGD «con identidad portuguesa, fuerte y con capital».

El culebrón económico está, pues, servido en Portugal, en una carrera paralela a otro negocio crucial: la venta de Novo Banco, heredero saneado del extinto Espírito Santo.

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