Las bolsas de todo el mundo cerraron su peor semana desde mayo de 2010

Con la caída de este viernes, el Ibex 35, acumula unas pérdidas semanales del 11,80%

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Pantallas del Ibex 35 tras el coronavirus

Moncho Veloso

La histeria desatada por el coronavirus ha instalado el pánico en los mercados. Las fuertes caídas registradas por las Bolsas en las últimas jornadas llevaba a pensar que, con los precios actuales, el ánimo comprador volvería a cundir ayer entre los inversores. Pero los índices bursátiles de todo el mundo, de este a oeste, volvieron a despeñarse y cerraron su peor semana desde mayo de 2010 , en plena crisis de deuda soberana europea, y una de sus peores rachas desde la gran crisis en 2008.

Ya en la preapertura de las Bolsas los futuros auguraban otra jornada teñida de rojo, como finalmente sucedió con bruscos descensos en todos los selectivos. El Nikkei japonés perdió un 3,67%, el Sse chino un 3,71%, el Rts ruso un 6,54%, el Dax 30 alemán un 3,86%, el Ftse Mib italiano un 3,58%, el Cac 40 francés un 3,38% y el Ftse 100 británico un 3,18%. A primera hora de la tarde (hora española), los índices estadounideses Dow Jones y Nasdaq se dejaban un 2,7% y un 1,17%.

El Ibex 35 , por su parte, cayó un 2,92%. Solo en esta semana la Bolsa española ha perdido un 11,8% y en las últimas siete sesiones un 13,5%. O lo que es lo mismo, ha visto evaporarse la friolera de 84.939 millones de euros de capitalización, cuantía equivalente casi al tamaño bursátil de Inditex (87.671 millones), que en ese mismo periodo se ha dejado 12.310 millones de valor.

Lo que reina en los mercados es una incertidumbre absoluta sobre el alcance final del brote y su impacto en el crecimiento de la economía global. A diferencia de lo que ocurrió en anteriores brotes como el del SARS en 2003 y el H1N1 en 2009 , ahora China tiene un peso mayor en la economía mundial y en las cadenas de suministro.

Un parón de la fábrica del mundo y del consumo en ese país amenaza con desabastecer los stocks de muchas compañías del resto del mundo y lastrar drásticamente el comercio mundial. Así, los sectores más afectados por esta epidemia son el turismo , la industria, la automoción, la siderurgia, el petróleo y el textil, entre otros.

Las empresas echan cuentas

Compañías como las grandes aerolíneas europeas estiman ya un descenso de sus ingresos y preparan planes de reducción de costes. Ayer mismo, IAG (Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus), que ha suspendido vuelos a China y reducido frecuencias a destinos como Hong Kong y Seúl, anunció que prevé una caída de la capacidad de hasta el 2% en 2020 y avisó de que el virus mermará sus ganancias por la menor demanda en rutas asiáticas y europeas y la cancelación de eventos.

A pesar de que China ha logrado frenar el avance del Covid-19, la sensación en el resto del mundo es la contraria: el virus se está extendiendo a cada vez a más países. « Esto se ve como una señal de que lo peor no ha pasado para la economía mundial y ha desencadenado importantes flujos hacia activos seguros, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el oro y el franco suizo », explica el estratega jefe de Julius Baer, Christian Gattiker

Algunos analistas, como los de Natixis Investment Managers, prevén que el impacto económico del brote se prolongue también durante el segundo trimestre del año debido al contagio a Europa, y avisa de un efecto mayor si el coronavirus se propaga con fuerza por EE.UU., donde a día de hoy apenas está teniendo incidencia. « El contagio en EE.UU. provocaría temores mucho mayores de pandemia global », señala la jefa de estrategia de mercados globales de la gestora, Esty Dwek.

Corrección esperada

La gran pregunta a la vista de las enormes pérdidas de las Bolsas en esta semana negra es si los inversores han sobrerreaccionado. En este sentido, no pocos analistas apuntan a que a las Bolsas, que estaban desde hace meses en niveles máximos e incluso sobrevaloradas, solo les hacía falta una justificación para iniciar una corrección. «Por desgracia, el virus llega en una fase final de un ciclo económico maduro, cuando los riesgos de recesión son mayores», dice el director global de Mercados de Capitales de Allianz Global Investors, Hans-Jörg Naumer .

Si el SARS y el N1H1 soprendieron a las Bolsas en momentos bajos, tras el estallido de la burbuja de las puntocom y la crisis financiera mundial, ahora el Ibex estaba en su nivel más alto en dos años, el Euro Stoxx en máximos desde 2008 y la Bolsa de Nueva York marcaba su récord histórico. «La oleada de ventas en los mercados ha sido sorprendente, no por la magnitud de la caída , sino porque hacía tiempo que tenía que haberse producido», dice el responsable de gestión de activos para Asia-Pacífico de Fidelity, Paras Anand.

Este analista cuestiona incluso que la semana pasada, a pesar del previsible impacto del coronavirus en la producción económica y los beneficios empresariales, los inversores siguiesen mostrando optimismo en Bolsa. Y apunta a que quizá estos se hayan malacostumbrado a que los bancos centrales acaben saliendo siempre a inyectar liquidez en el sistema. Es más, muchos informes de analistas de los últimos días especulan con una eventual intervención de la Reserva Federal de EE.UU. y del Banco Central Europeo (BCE).

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