La banca vuelve al ladrillo y cerrará 2018 con 10.000 millones en crédito a promociones de vivienda

Solo Banco Sabadell, Caixabank y el Santander financiarán en el conjunto del año más de 2.000 millones de euros cada uno en nueva vivienda

La banca está limitando la financiación de promociones a zonas de mucha demanda y sobre todo para rentas medias y altas JOSÉ RAMÓN LADRA

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La banca española vuelve a financiar con relativa fuerza la promoción inmobiliaria después del parón vivido durante la crisis. El estallido de la burbuja inmobiliaria puso fin en 2008 al desmesurado crecimiento del crédito a los promotores. Sin embargo, al calor de la recuperación económica y de la demanda de vivienda nueva, y tras el saneamiento ya hecho , todas las entidades del país han vuelto a este negocio. Ni el caos hipotecario de los últimos meses ni la amenaza de una inminente desaceleración parece haber frenado el apetito por volver a la actividad inmobiliaria. Según fuentes financieras consultadas por ABC, la banca cerrará 2018 financiando unos 10.000 millones de euros en promociones de vivienda nueva.

Esta cifra, según esas fuentes, está todavía muy lejos de los volúmenes anuales de crédito que la banca destinaba a actividades inmobiliarias antes de 2008. Además, el flujo de nuevos préstamos a promotores no superará las amortizaciones, de forma que el «stock» seguirá descendiendo. El año pasado, por ejemplo, se redujo en 10.807 millones de euros o un 9%, a 109.998 millones, y en lo que va de año ya ha caído a 100.952 millones, según los datos del Banco de España. Eso sí, el volumen de crédito nuevo previsto para este año, esos 10.000 millones, estará por encima de los cerca de 8.000 concedidos que se estima que se concedieron el año pasado, un 25% más.

Planes concretos

Desde las propias entidades confirman que el sector está reabriendo ya desde 2014 el grifo del crédito a esta actividad. Los dos bancos más activos desde entonces han sido Caixabank y el Sabadell. La entidad presidida por José Oliu creó ya en 2013 una división especializada en este negocio y desde 2016 ha podido volver a dar crédito a promotores en la Comunidad Valenciana tras levantársele el veto a la CAM, entidad que absorbió, por su rescate.

Pues bien, este año el Sabadell concederá unos 2.000 millones de euros en préstamos al desarrollo de nuevas promociones. Caixabank , según fuentes del mercado, cerrará el presente ejercicio con un volumen de financiación a promociones residenciales de unos 2.500 millones de euros. Algo menos, unos 2.000 millones, financiará el primer banco español, el Santander .

Bankinter también ha reentrado en el negocio, aunque este apenas supone el 3% de su riesgo crediticio total. Al cierre del primer semestre del año, el volumen de crédito a construcción y promoción de la entidad dirigida por María Dolores Dancausa fue de 1.299 millones. BBVA, según las fuentes, también vuelve a financiar la actividad.

Otro entidad que reanuda su actividad en el ladrillo es Bankia , a la que en enero la Comisión Europea levantó el veto que le impuso a la promoción inmobiliaria tras su rescate. La entidad, según su plan estratégico, estima alcanzar dentro de tres años una cuota de mercado del 7% o el 8% de la nueva financiación anual total al sector y financiar entre 350 y 450 millones al año. Este ejercicio, al cierre del pasado septiembre, ya había recibido peticiones por 500 millones.

El retraso en las licencias, un lastre

La vuelta de la banca a la financiación de promociones residenciales está siendo, en todo caso y según explican en el propio sector, mucho más prudente y selectiva. Por ejemplo, los nuevos préstamos se están centrando en promociones para rentas medias y altas en Madrid, Barcelona y zonas de Andalucía y el Levante. Además, los bancos ya no están entrando en el capital de las promotoras y están exigiendo a estas antes de concederles el préstamo que garanticen que ya tienen vendido en torno al 50% de las viviendas a construir.

Eso sí, desde la banca y el sector promotor alertan de que el retraso actual de los ayuntamientos en la concesión de licencias, que en algunos casos se demoran casi dos años, puede hacer que la banca cierre el grifo ante el temor de que los costes de la promoción se disparen en el interín y compliquen la rentabilidad del proyecto .

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