AENA fuerza la negociación, pero se mantienen las huelgas en El Prat

Los sindicatos y la concesionaria, Eulen, se vuelven a reunir hoy, cita exigida por el gestor de los aeropuertos para evitar nuevas aglomeraciones

La huelga del pasado viernes afectó a miles de pasajeros en El Prat INÉS BAUCELLS

LUIS M. ONTOSO/ANNA CABEZA

Segunda jornada de paros parciales en los controles de seguridad de Barcelona-El Prat . Después de un sábado de relativa calma en el aeropuerto catalán, representantes de la dirección de Eulen , la empresa concesionaria de este servicio, se volverán a reunir hoy, a partir de las 9.30 horas, con el comité de huelga . La cita se produce a instancias de AENA, que «exigió» -según fuentes de la sociedad semipública- que las partes volvieran a la mesa de negociación después de que el encuentro del pasado viernes concluyera avanzada la noche sin un acuerdo integral que sirviera para desbloquear la situación. En principio, no está prevista la asistencia de mediadores del Departamento de Trabajo de la Generalitat, en cuya sede mantuvieron las conversaciones anteayer las partes.

Empresa y trabajadores se habían emplazado a retomar el diálogo el próximo martes, pero la compañía que gestiona los aeropuertos españoles entendió que se trataba de un margen de tiempo demasiado amplio ante la convocatoria de huelga oficial para hoy y mañana y por temor a que se produzcan nuevas escenas de caos en los controles de seguridad del aeropuerto, como las vividas el pasado viernes, cuando se registraron colas de más de hora y media. AENA consideraba «inadmisible», recalcan desde la compañía perteneciente al grupo Fomento, que las tensiones entre Eulen y los sindicatos continúen «perjudicando gravemente» a los viajeros .

De momento, las posturas siguen alejadas y se mantienen los paros, aunque se produjeron avances significativos en varios de los puntos exigidos por los empleados.

Fuentes próximas a las negociaciones confirmaron que ya existe prácticamente una total coincidencia en tres de los cuatro puntos en discusión: la organización del trabajo, el calendario de actividades y la formación de los trabajadores . La propia empresa reconoció este extremo ayer públicamente en un comunicado. «La dirección de Eulen alcanzó un amplio consenso en las reivindicaciones de carácter social y aspectos organizativos solicitados por el comité de huelga. Se han negociado aspectos sociales que la empresa ya tenía en cuenta, sobre los cuales se avanzó -hasta rozar el acuerdo- y de los que una parte de ellos ya se han puesto en marcha», detalló la compañía presidida por María José Álvarez.

El gran escollo es, no obstante, la cuestión salarial . Los sindicatos reclaman un complemento en sus retribuciones de 350 euros en cada paga, mientras que lo ofrecido por Eulen se eleva a menos de 30 euros mensuales. «El comité de huelga se manifestó intransigente en la inadmisible y desproporcionada petición de incremento inmediato salarial superior al 31%, lo que impidió cerrar un acuerdo», denunció Eulen en referencia a la contraoferta que presentó el viernes, rechazada por los trabajadores.

Nuevas demoras

Más allá de la resolución en los despachos, los miles de usuarios que pasan por el aeropuerto en estas fechas esperan una pronta solución del conflicto para evitar las eternas colas que se están viviendo desde hace ya casi dos semanas en El Prat. A pesar de que ayer no había programada ninguna jornada de paros parciales, los viajeros volvieron a sufrir esperas más altas de lo habitual en los arcos de control. En algunos momentos, las colas llegaron a la media hora, en las terminales T1 y T2 . Como en las otras jornadas, el sentimiento de comprensión se mezclaba con el de la indignación. «Tienen su derecho a hacer huelga, pero podrían pensar un poco en los grandes afectados, que no tenemos ninguna culpa de sus problemas», comentaba Ángel a ABC ayer, un pasajero que volaba a Alemania por vacaciones.

Si no se da ninguna sorpresa de última hora, el día arrancará en El Prat con nuevas demoras. Durante el día de hoy, dentro de la huelga parcial de la plantilla se esperan cuatro tandas de una hora de paros -a las 05.30, 10.30, 16.30 y 18.30 horas-, durante las que habrá unos servicios mínimos del 90% de efectivos. La situación podría repetirse mañana si las negociaciones no llegan a buen puerto.

Lo cierto es que la propuesta para no interrumpir las negociaciones fue recibida con frialdad y escepticismo por el comité de huelga. Juan Carlos Giménez, asesor legal, hizo hincapié en la brecha existente entre las posiciones de empresa y sindicatos y tachó, en declaraciones a Efe, el movimiento de AENA de «lavado de imagen para no llegar a acuerdos y luego culpar al comité de huelga». El representante sindical rechazaba, incluso, que se hayan logrado principios de acuerdo en el resto de asuntos abordados en las conversaciones del pasado viernes. Mensajes contradictorios para un conflicto que no parece tener visos de amainar a corto plazo . Tampoco el pulso de los paros, que se podría intensificar el próximo 14 de agosto, cuando está previsto que comience una huelga indefinida.

El abogado del comité de los trabajadores, Leopoldo García Quinteiro, criticó, tras la última reunión, que Eulen se había limitado a exponer «propuestas vagas» y que no estaba en el ánimo de los empleados, pese a su «buena voluntad», «desconvocar la huelga» ni «tan siquiera suspender parte del calendario» de las movilizaciones. Los sindicatos han encontrado en las aglomeraciones un elemento de presión frente a la empresa , gracias a su visibilidad y repercusión en la opinión pública. En una grabación de audio de una asamblea que trascendió la semana pasada, representantes del comité de huelga animaban a intensificar las protestas y a originar nuevas aglomeraciones: «Solamente lo vamos a conseguir haciendo colas, porque al igual que a AENA solo le importan las colas, a los pasajeros y a la prensa solo les importan las colas».

García Quinteiro denunció, en declaraciones a los medios, que Eulen no ha propuesto soluciones convincentes ante las peticiones de los empleados, que solicitan aumentar las plantillas, debido a que la supuesta falta de personal está dando lugar a «estrés por imposición de jornadas extenuantes», de, en determinados casos, 16 horas diarias. Los sindicatos ven en esta situación una derivada de la privatización parcial del gestor de los aeropuertos y las rigurosas exigencias económicas en la licitación de los servicios. AENA responde que este año se aprobaron para El Prat 425.000 euros destinados solo a reforzar la seguridad y que, por tanto, Eulen debería haber destinado más recursos. Mientras tanto, sigue la crisis en el aeropuerto catalán.

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