Acciona consturiá la central hidroeléctrica para Iberdrola cerca de Oporto junto a dos compañías portuguesas
Acciona consturiá la central hidroeléctrica para Iberdrola cerca de Oporto junto a dos compañías portuguesas - ACCIONA

Acciona se adjudica el contrato de una presa y una central hidroeléctrica cerca de Oporto

Las obras, para Iberdrola, implican una inversión global de 160 millones de euros

Corresponsal en Lisboa Actualizado: Guardar
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La adjudicación del contrato de obras de construcción de una presa y una central hidroeléctrica para Iberdrola cerca de Oporto ha recaído en el grupo Acciona, que concurre en colaboración con dos empresas portuguesas: Mota Engil y Visabeira.

Se trata de un proyecto europeo de amplio alcance, uno de los mayores registrados en el sector a lo largo de los últimos años. Los dos polos de trabajo se materializarán en el Alto Tâmega, a 40 kilómetros de la capital económica del país vecino, poniendo en juego un montante de 110 millones de euros.

Pero los ambiciosos planes van más allá, de modo que se añade una inversión extra de 50 millones con el objetivo de dar forma al túnel de aducción de la central hidroeléctrica de Gouvaes.

De manera que el negocio global se cerrará en torno a los 160 millones de euros.

Esta magnitud convierte la iniciativa en una de las más importantes que se desarrollan en Portugal, mucho más cuando logrará prestar servicio al área industrial que circunda la ciudad reconocida como el motor económico de toda la nación.

Los datos técnicos dados a conocer por Acciona no dejan lugar a dudas acerca del calado: una capacidad de generación de energía eléctrica de 1.158 megavatios, lo que elevará el potencial de Iberdrola a 1.760 gigavatios anuales. Este refuerzo se completará con las obras de desvío del río Tâmega, el pozo de compuertas, el circuito hidráulico de la central o la plataforma de acceso a la planta.

¿Y qué dimensiones tendrá el citado túnel de conducción? Pues 4,7 kilómetros de largo y 7,3 de diámetro. Además, la estructura de hormigón se alzará a 106,5 metros de altura.

La empresa comandada por José Manuel Entrecanales se convierte así en una de las líderes internacionales en este tipo de construcciones, tal cual retratan sus obras de gran calibre en Colombia, Canadá y, próximamente, Australia.

La fase de adjudicación oficial se ha hecho posible después de que el Gobierno socialista portugués suspendiera el bloqueo que pesaba sobre el macroproyecto hidroeléctrico bajo el paraguas de Iberdrola, que finalmente se construirá en un plazo máximo de nueve años.

Los planes iniciales habían sido acordados por la empresa española con el Ejecutivo del mismo signo ideológico al mando de José Sócrates, hoy pendiente de varios juicios por supuesta corrupción. Pero la dimensión presupuestaria y, sobre todo, las fuertes presiones ecologistas dejaron en un limbo la triple iniciativa, llamada a generar un impacto de unos 15.000 empleos directos e indirectos en la región.

Además, la proximidad de la franja de actuación con Galicia facilita el impulso a las interconexiones eléctricas entre Portugal y España.

Según fuentes de Iberdrola, la operación supone «reforzar nuestros lazos y nuestro compromiso con Portugal, un país al que nos sentimos especialmente unidos y en el que queremos ser motor de desarrollo, ayudando a hacer frente a sus necesidades energéticas y, de esta manera, colaborando en su desarrollo económico y social».

«Es una muestra más de nuestra apuesta histórica por las energías limpias, así como una importante aportación al mercado ibérico de electricidad. Para su puesta en marcha, vamos a poner a disposición de este proyecto toda nuestra experiencia centenaria en la construcción de grandes centrales hidráulicas», ha añadido la firma cuando se pusieron los cimientos de un proyecto que ha vivido sucesivas complicaciones.

Iberdrola

De forma paralela, Iberdrola se ha visto envuelta en un asunto algo espinoso, que ha llevado al Ayuntamiento de Cascais (el municipio con mayor renta per cápita del país vecino, a 32 kilómetros de Lisboa) a poner una denuncia contra la compañía hispanocatarí.

Y es que la firma, con la que se formalizó un contrato de 6,2 millones de euros, ha cortado el suministro de energía a un colegio público porque argumenta el impago de recibos registrado en los meses de enero y febrero.

El Consistorio de Cascais no está de acuerdo con la drástica solución tomada por Iberdrola, mucho más cuando hasta sus oficinas han llegado las quejas del personal de la Escuela Secundaria ya que se vieron sorprendidos por el corte del suministro.

Al parecer, las notificaciones acabaron destinándose a otro edificio de la localidad y no se recibieron en la dirección adecuada. Como consecuencia, las clases únicamente pudieron desarrollarse en el horario diurno, mientras que el turno de noche se quedó sin lecciones ante la imposibilidad de ponerlas en práctica sin luz.

El Ayuntamiento considera inadmisibles los hechos y ya ha redactado un escrito oficial para Iberdrola dividido en tres puntos: «Primero, exigimos la inmediata reposición del suministro de energía. Segundo, exigimos que pidan disculpas a la escuela y a sus alumnos. Tercero, exigimos que pidan igualmente disculpas a la Cámara Municipal de Cascais, un modelo de gestión de proyectos de descentralización. Ya hemos avisado a Iberdrola de que vamos a interponer una denuncia. Es una cuestión de interés público que la compañía no quiso o no supo respetar».

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