«Arkema» sigue liderando la flota Ocean Fifty seguido por el «Koesio» y «Primonial»

El segundo grupo de multicascos de la Route du Rhum está formado por los Ocean Fifty, trimaranes de 50 pies de eslora, que navegan con los vientos del Alisio hacia isla Guadalupe con el «Arkema» de Quentin Vlamynck en primero posición que mantiene una ventaja holgada sobre el segundo y tercero «Koesio» de Erwan Le Roux y «Primonial» de Sébastien Rogues de 37 y 44 millas respectivamente.

Un poco más descolgados, en cuarta y quinta posición, a 218 y 271 millas del primero, «Le P´tits Doudous» de Armel Tripon y el «Komilfo» de Eric Peron. Ambos patrones se quejan de las difíciles condiciones meteorológicas que están teniendo y que les ha alejado mucho de los tres primeros de la flota.

"Podría ser mejor, he estado atrapado durante una hora bajo una gran masa de nubes, es como los Doldrums. Estoy buscando la salida. Estoy de capa caída, hay nubes, agua y no hay viento. Sólo un poco de viento arremolinado. Voy hacia el sureste a 1,5 nudos, lo que no es muy agradable. Pronto va a amanecer, podré ver mejor. De noche no es fácil, no se ve nada, cuando estás atrapado debajo es demasiado tarde. ¡Ya veremos! La salida es por el sureste. No es fácil seguir la estela de las nubes que avanzan de este a oeste. El problema es que esta área puede ser muy grande. Esto me ocurrió en la Ruta del Ron - Destino Guadalupe 2014, y duró 5 horas. Ahora estoy recuperando el viento, y está empezando de nuevo lentamente. Te dejo con ello" ; Armel Tripon.

"¡Estaba a punto de trasluchar! Estamos en los vientos alisios con una pequeña célula de tormenta a nuestro alrededor. Hay mucha actividad con algunas borrascas bastante fuertes, por lo que la más mínima nube hace variar mucho el viento. Estamos maniobrando bastante. Hay que seguir el viento, hay variaciones de hasta 40° y de fuerza de hasta 10-15 nudos. No hay luna, acaba de salir, tendré una pequeña luna durante dos horas y luego será de día. Toda la noche era oscura, no se podía ver mucho. Anoche tuve de 4 a 5 nudos de diferente intensidad de viento, pero ayer tuve hasta 20 nudos, pasé de 8 a 28 nudos. ¡Así que tienes que estar en la cubierta! Afortunadamente tenemos la célula meteorológica para ayudarnos, pueden comprobar las cartas de los satélites. Tengo otras 20 horas en estas condiciones variables. La ventaja es que el viento medio está entre 12 y 15 nudos, por lo que es manejable porque el plan de velas no cambia. En cuanto a la forma física, estoy bien, encuentro tiempo para dormir un poco. Consigo alternar bien las siestas, no me afecta físicamente. Nuestra opción no dio resultado, estamos afectados psicológicamente porque los otros están muy por delante, pero hay una posible lucha con Armel Tripon. Todo es posible todavía, tenemos que estar concentrados. Con nuestros barcos yendo muy rápido y parando también muy rápido, podemos reducir rápidamente la distancia de 50 millas en dos horas. Me mantengo al tanto hasta el final, ¡y eso es lo que hará que el final en Guadalupe sea aún más agradable!” ; Eric Peron.

El efecto acordeón también ha afectado a la clase IMOCA y a los Class40. En la clase IMOCA, donde, en este complicado contexto, Charlie Dalin ha visto reducida considerablemente su ventaja en las últimas 24 horas, pasando de 74 millas a 21 millas sobre su segundo clasificado, Thomas Ruyant (LinkedOut). "El viento no es realmente fácil de leer. En el agua, hay grandes diferencias de ángulo y velocidad. En ciertos momentos, va a 20 nudos y en otros se detiene. No sólo está relacionado con las diferentes borrascas, sino también con el propio viento. Tenemos la impresión de que hacemos todas las viradas al revés" , dijo Jérémie Beyou (Charal) que, como los demás, tiene que revisar constantemente sus ajustes y adaptar su plan de velas. Es un hecho que la situación meteorológica actual en su zona de competición no es la más clásica. El famoso alto de las Azores, que él y sus rivales están completando actualmente, tiene una forma inusual, plana en lugar de redonda, formando una especie de gran barrera a través del Atlántico y obligando a los navegantes en solitario a virar a favor del viento durante al menos otras 24 o 36 horas. "No tenemos el tradicional efecto "ala de gaviota". No está claro. Son pequeñas ondulaciones y no es sencillo. No ha terminado, pase lo que pase. Todavía quedan muchas trasluchadas y queda mucho camino por recorrer" , dijo el patrón del Charal, que tiene que ser paciente por el momento, mientras ajusta su trayectoria lo mejor que puede en vista de lo que se avecina.