España le debe una a Cádiz

Ha sido una pena que España no haya podido competir para entrar en la final de SailGP en Cádiz. El espectacular vuelco en los entrenamientos le ha privado de poder ofrecer a los gaditanos una buena actuación. Así lo transmiten los propios atletas del F50 Victoria, que se mostraban contrariados tras el accidente, pero especialmente dolidos por todo el apoyo que han recibido a lo largo de estos días de estancia en la ciudad de Cádiz.

El piloto Jordi Xammar era uno de los primeros en hacer públicas sus impresiones tras el accidente del barco español. El catalán, pese al infortunio sufrido, solo tenía palabras de disculpas hacia Cádiz, porque tras todo el apoyo recibido de la afición en esta sexta prueba, no habían podido devolversela con un triunfo. El equipo español le debe una a Cádiz y desde hoy ya estamos trabajando para ganar aquí el año que viene». En este sentido explicó que «nunca antes de venir a Cádiz habíamos tenido la oportunidad de competir en una ciudad tan volcada y por eso pedimos perdón ya que estábamos deseando darles una alegría y no ha podido ser».

Florian Trittel ha sido uno de los que ha comparecido para explicar sus sensaciones: «Me emociono de pensarlo porque iba a ser un gran día en Cádiz. Hemos salido, ha habido mucho viento y por fallos nuestros en la primera maniobra de arribar, que es también la más arriesgada, se nos ha descontrolado el barco y pinchamos de proa. Hemos acabado en una volcada que ha hecho que se rompiese nuestra ala y en consecuencia muchas más partes del barco».

El trimer del barco español ya era consciente de que todo estaba perdido, al sufrir el accidente: «En el momento de volcar ya sabíamos que todo había acabado. Desde aquí queremos pedir un enorme perdón a todo el mundo que ha venido a ver el show este domingo y que no se lo hayamos podido dar ».

El joven tripulante español explicaba la diferencia entre la volcada de este domingo y la sufrida en Dinamarca: «la de hoy ha sido más brusca que la de aquel día, que fue mucho más progresiva. Esto ha provocado que tanto Diego Botín como yo (Florian Trittel) hayamos salido disparados hacia el ala. Estamos todos bien, pero queríamos dar espectáculo hoy y no ha podido ser».

Trittel explica que estábamos muy seguros de que íbamos a poder hacer esa arribada, pero en el momento de la aceleración, cayendo el barco ha empezado a levantarse de atrás, pinchando las proas. Una vez que ocurre eso, el barco sigue navegando y cada vez se hunde más en el mar. Sabíamos que teníamos que aguantar, pero no hemos podido hacerlo. Hemos salido disparados al ala».

El trimer indicó que «tenemos un grandísimo equipo profesional que sabe lidiar con este tipo de situaciones. Tenemos que aprender de lo que nos ha ocurrido».

Por su parte, Diego Botín , uno de los afectados explicaba: «Es un día muy triste para el equipo español de SailGP. Teníamos a toda la afición esperando para correr en este último día de regatas, y en la primera arribada, las condiciones estaban muy duras. En el momento en el que pasa, el cuerpo reacciona para intentar evitar daños».