Entrevista

Arturo Delgado: «Cada vez se cuidan menos las clases no olímpicas»

El expresidente vive la vela desde su merecido retiro y hay muchas cosas que no le gustan. Aquí las cuenta

Jaume Soler

Arturo Delgado de Almeida (Lisboa, 9 de diciembre de 1939). Será recordado por ser el presidente con el que la vela española consiguió más medallas olímpicas: Seis. Estuvo en el cargo entre 1984 y 1992 y entre 1996 y 2000. Fue vicepresidente de la IYRU (actual World Sailing), presidente de la Federación Europea, miembro del COOB92 y de varios desafíos españoles de Copa América. Profesionalmente destacó como socio del bufete Garrigues Abogados, donde llevó grandes cuentas a nivel mundial. Deportivamente se inició en el Moth Europe y de ahí pasó al Snipe, Star, Soling y Dragón.

Con este currículum se le puede considerar una referencia en el mundo de la vela.

Antes de mí hubo estuvo Juan Manuel Alonso Allende que ya era conocido en la IYRU. Es cierto que yo pasé por varios comités en aquella federación internacional a la que llegué a vicepresidente.

Empezó como regatista. ¿Cómo fue esto de dar el salto a la parte más política?

Yo me presenté a las primeras elecciones. Hasta aquella fecha estaba Miguel Company y había dos grupos, uno mediterráneo con Juancho Castillo y otro, que éramos nosotros. Yo había sido secretario internacional y comodoro de la clase Snipe, y un grupo de personas me convencieron que me presentara porque si perdíamos, no hubiera una asamblea muy descompensada; pero resulta que salí presidente y el problema para mí venía a partir de entonces, ya que debía compatibilizarlo con mi trabajo en el despacho. Lo que nunca hubiera admitido es ser un presidente profesional. Antonio Garrigues, pedía mucho a todos los socios, como también ocurre ahora, y me dijo ‘tú haz lo que quieras, pero el despacho está primero’. Ante todo me reuní con Jesús Turró, Joan Pla y Pedro Montenegro en las oficinas de Juan Vigón, que era donde estaba la sede de la federación. Me acuerdo que Pla me dijo ‘¿Y ahora qué hacemos?’ Yo no me enorgullezco de mi labor, sino de mi intuición en elegir colaboradores. Sin ellos no hubiera sido posible la gran obra que se hizo, desde Montenegro en la parte económica, Turró en la deportiva, Pla, Sito Bacquelaine…Se pusieron manos a la obra ya que sólo había el legado de Miguel Company, que hizo lo que pudo, pero básicamente lo centró todo en el equipo olímpico. Mi satisfacción es haber tenido estos grandes equipos de gente, como en mi etapa final también a Armando Gallego.

Llegó en el año 84 después de que la vela hubiera conseguido medallas en Montreal, Moscú y Los Ángeles. El listón estaba alto.

Company hizo una gran labor. Fue el que inventó las concentraciones en Palamós, fue el que puso en marcha esta semiprofesionalidad ya que les obligaba a entrenar y a estudiar allí. Los hermanos Doreste, Jane Abascal y todo esta generación dieron un gran paso. Después de Company fuimos capaces de generar más medios que a lo mejor antes no eran posibles. Había un gran equipo de entrenadores, y todo esto lo creó inicialmente Miguel.

Y llegó otra medalla en Seúl

De Seúl se nos quedó una espinita porque Fernando León y Kiko Sánchez Luna tenían la plata prácticamente asegurada y en el último tramo de ceñida se les rompió el arnés, de ser plata a acabar cuartos. Ya estábamos cantando victoria con dos medallas ya que Josele ya tenía su oro. Se nos quedó un sabor agridulce. Pero la medalla de Josele fue fantástica y el cuarto de Fernando estupendísimo. Un cuarto, es un diploma, pero tiene un gran valor.

Y luego el clímax en Barcelona 92

Todos el mundo se volcó. Se formó un equipo liderado por Jesús Turró y el resultado estuvo ahí. Tengo que agradecer sobre todo a Teresa, mi mujer, mi familia y mis colaboradores en Garrigues, que me cubrían las espaldas. En aquella época tuve que compatibilizar mis viajes de trabajo, con la federación internacional, vicepresidente del desafío Copa América. Y lo que también agradezco mucho fue que el presidente del COE, Carlos Ferrer Salat, me nombrara uno de los representantes en el COOB92, el Comité Organizador de los Juegos. Tenía que ir todas las semanas a Barcelona, hacía noche en el tren, reunión y me volvía a la hora de comer en el primer avión que podía porque tenía que ir a trabajar. Acumulé muchos cargos, y ahora pienso cómo fue posible que no me echaran del despacho. Pero todo esto me ha dejado un gran recuerdo y reconozco que fui y soy muy feliz de todo lo que he hecho.

Y con su experiencia, ¿cómo ve la situación actual después del aplazamiento de Tokio 2020?

Es una situación muy complicada por el momento que vivimos, pero deportivamente también porque los que ya estaban clasificados este año, ¿son los que deberían ir o no el año que viene?. Yo me pregunto, saliendo de la vela, digamos que un atleta que está clasificado y sale otro que hace los 100 metros en menor tiempo del que se clasificó con anterioridad. ¿Quién debería ir? Por ejemplo en Sydney llegaba Iker muy fuerte, ¿pero qué hacías con Santi? Que venía de ganar el Mundial y al final también estuvo tocando las medallas. También nos pasó en Barcelona con el Star ¿cambias a última hora? Es muy difícil. La gente sabe poco de nuestro deporte, solo interesa si hay medallas o no, y el esfuerzo que hacen nuestro regatistas durante cuatro año es tremendo, están haciendo todos muchos sacrificios. Como decía mi padre: ‘somos un país de marineros corriendo detrás de un balón’. Todo va en función del fútbol y poco se habla de otros deportes como el nuestro. Me preocupan los Juegos, pero también las clases no olímpicas, que cada vez se cuidan menos.

Ahora los clasificados tienen que mantener el nivel.

Y yo me pregunto. ¿Con el stress que han tenido estos regatistas que están clasificados para Tokio 2020, aguantarán este tirón hasta entonces? Ojalá que sí. Si no van a los Juegos sería una decepción, pero pueden pasar aún muchas cosas a un año vista, bajones, lesiones…A los Juegos tienen que ir siempre los mejores. Pasó en Barcelona y en Sydney, que teníamos prácticamente dos equipos completos. Suerte al que tenga que decidir.

En los últimos 20 años han pasado por la presidencia Pombo, Rodríguez y Casanueva ¿Cómo los valora?

Me llevé una gran decepción con Gerardo Pombo, del que reconozco que llegó a ser un buen amigo. Me ayudó mucho tiempo, pero en mi última etapa como presidente no me gustó su forma de actuar. Luego él me ganó en la elecciones y no me importó. Más que Gerardo me duelen algunos personajes que metí en la vela y me traicionaron. No me esperaba que hicieran eso. Mi equipo dejó un patrimonio muy importante para la vela, inmobiliario y en cash. El dinero de la Fundación desapareció, ni se contabilizó. Luego vino Rodríguez, vicepresidente económico con Gerardo, el dinero del Mundial de Santander sigue sin justificarse. El Consejo Superior de Deportes vergonzosantemente nunca ha querido entrar en el tema. La Dirección General de Fundaciones, lo mismo. Y la presidenta actual, me dijo que lo iban a investigar y tampoco ha hecho nada. Y esta señora decía que venía a arreglar la federación. De eso nada, las cuentas no se han arreglado ni mucho menos. Y me da mucha pena que haya desaparecido todo el trabajo y el dinero anteriores. Ahora todo el mundo va por su lado, que la Federación Española se haya hecho cargo de Santander es una barbaridad. Y luego tenemos un Comité Olímpico Español en el que están todos contentos de haberse conocido y no quieren cambiar las cosas.

Y poca gente sabe que usted fue uno de los grandes artífices del CEAR de Santander.

El principal impulsor del CEAR de Santander fue Chiqui García de Soto, que con el alcalde de entonces lucharon para que se hiciera ahí. No costaba un duro a la federación, lo pagaban el ayuntamiento y el CSD. Se hacían concentraciones, pero también en Barcelona, en Cádiz…Santander me encanta, pero hay que navegar en toda España donde hay clubes magníficos. ¿Por qué hay que tener sólo un centro que ahora cuesta un dineral a la vela española? ¿Y qué hace el CSD? El Consejo Superior de Deportes debería de desaparecer. Desde Gómez-Navarro, el resto que han pasado sólo les ha importado el fútbol.

¿Cómo ve el cambio de sede de Madrid a Santander?

Se han hecho las cosas muy mal. Decían que era para equilibrar las cuentas y demás. ¡Si el dinero desaparecido fue para pagar lo de Santander!, pero el papel lo aguanta todo. Me parece un error. La Federación llevaba más de 100 años en Madrid, ¡que sobraba sitio!, se reduce el espacio y se alquila el resto. Pero lo de llevárselo todo a Santander para que la señora presidenta tenga la oficina debajo de su balcón, pues me parece una vergüenza. El transporte es otro problema. ¿Pero la señora Casanueva estará de presidente el resto de su vida o esto que es? No sé si se va a presentar, ni me importa. Pero sí ha hecho mucho daño, ha traicionado a los que la han apoyado. No es una persona de fiar. ¿Qué pasa si no es reelegida? ¿Se la van a lleva a Barcelona, a Cádiz o a Palma? Es mucho mejor volver a tu lugar original. Company venía a Madrid y no había puente aéreo. ¿Qué necesidad tenía de organizar este jaleo?

Y este año hay elecciones a la RFEV y a la World Sailing

En la española que hagan lo que quieran, pero visto lo visto no confío mucho en que se arregle nada. ¿Y la World Sailing? Pues que actualmente está en manos de un inútil que la ha quebrado. Se presenta Gerardo Seeliger, que es un español que tiene un prestigio a nivel internacional, está muy preparado y creo que podría ser un gran presidente. Hemos tenido tres vicepresidencias, y me gustaría recordar la de Fernando Bolín, que conseguía lo que quería a nivel mundial. Ahora, no somos nada.

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