El australiano Nick Kyrgios , que hoy se clasificó para la segunda ronda del torneo parisino de Roland Garros, volvió a hacer gala de su fama de excéntrico al declarar que no le gusta jugar sobre tierra batida por un motivo, como mínimo, ridículo.
«No me gusta mucho correr sobre tierra batida. Por eso, cuando los intercambios son muy largos, trato de acortarlos a toda costa. No me gusta que se me manche el calzado », dijo el tenista de 22 años tras derrotar al alemán Philipp Kohlschreiber por 6-3, 7-6 (4) y 6-3.
« Tampoco me entreno mucho en esta superficie porque también marcha mis calcetines », vaciló a la prensa el jugador, que nunca ha superado la tercera ronda en el Grand Slam de París.
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