Nueva York vibra con la precocidad de Alcaraz

Carlos Alcaraz quema etapas a la velocidad de la luz, tan vertiginosa su carrera que es imposible adivinar hasta dónde puede llegar. De momento, tiene 18 años y es el 55 del mundo, que no es poca cosa, instalado ya entre los mejores y estrenado su palmarés con el título este año en Umag. Es cierto todo lo que se dice de él y tranquiliza saber que está en muy buenas manos, pues cualquiera se podría despistar con tanto piropo siendo tan joven. Juan Carlos Ferrero, que de esto sabe un poco, mantiene la estabilidad emocional y le convence, de paso, de que tiene tenis como para ganar a cualquiera, expuesto hoy a una batalla preciosa en la tercera ronda del US Open porque se enfrenta a un gigante como Stefanos Tsitsipas . El partido es de los que curten, Alcaraz está preparado.

«He visto los progresos que ha hecho en lo que va de temporada, lo que demuestra que es un jugador muy talentoso , que puede llegar muy lejos. Será un buen reto para mí porque me gusta enfrentarme a los mejores», resume Tsitsipas, protagonista estos días en Nueva York porque se denuncian sus triquiñuelas en la pista para parar los partidos cuando las cosas no le van muy bien (Murray cargó duramente contra él al caer en primera ronda y Mannarino también le tachó de «antideportivo» por estarse más de seis minutos en los servicios cuando perdió un set en el duelo que mantuvieron en segunda ronda).

Alcaraz gusta en Nueva York, volcánico el público de Flushing Meadows y generoso con los jugadores con espíritu. Desde 2007, ha llovido ya, no se colaba un tenista tan joven en tercera ronda (entonces lo logró Donald Young), pero el murciano, con 18 años y tres meses, no se contenta con eso y se anima ante el descomunal reto de Tsitsipas.

«Estoy preparado para enfrentarme a cualquier rival y seguir desarrollando mi mejor tenis en la pista», resume el muchacho. Aprovecha que en Nueva York no hay las restricciones de otros sitios para pasear por la ciudad y asimilar todo lo que está haciendo. Lleva 20 triunfos en 33 partidos de este 2021 y acumula momentos brillantes, feliz porque al menos ha ganado ya un encuentro en los cuatro grandes del calendario.

«Soy otro jugador, una persona diferente al que era al principio del año. Me alegra saber que estoy dando pequeños pasitos, pero siempre hacia delante. Estoy muy contento». Nunca ha llegado a los octavos de un ‘major’ y lo tendrá complicadísimo ante un top como Tsitsipas, tres del mundo y serio aspirante.