Rafael Nadal logró el acceso a los octavos de final de Wimbledon con un partido impecable en el que no dejó opción alguna a Jo-Wilfried Tsonga de sorprenderlo. Antes al contrario, fue el español quien sorprerndió a todos, incluso a sí mismo, con un golpe extrañísimo, de espaldas y con el que casi consigue el punto. No lo logró, pero sí acuñó un nuevo golpe.
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