Djokovic, en su partido ante Coric
Djokovic, en su partido ante Coric - EFE

Mutua Madrid OpenDjokovic está fino

El serbio, después de la derrota en Montecarlo, se estrena en Madrid con una buena victoria ante Coric (6-2 y 6-4)

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Para celebrar su regreso a Madrid, Novak Djokovic se gusta ante la gente de la Caja Mágica, que recibe al número uno con todos los honores. El serbio no aparecía por la capital desde 2013 y se presentó con un buen partido ante Borna Coric, uno de esos niños prodigio que apunta muy buenas maneras. Sin embargo, asistió a una clase magistral de Djokovic, que ganó por 6-2 y 6-4 como si tal cosa.

Esa es, en buena parte, la grandeza de este tenista, que acumula triunfos sin parpadear y enmienda el accidente de Montecarlo. Hace una semanas patinaba en el Principado ante Jiri Vesely y se curó en Madrid con un triunfo reparador, lanzado a por otra semana de gloria pensando en París.

En el horizonte tiene Roland Garros, que ya casi es una obsesión.

A Coric le desconectó desde el cuarto juego, portentoso el serbio al resto y sin apenas fallos. En 32 minutos, Djokovic ya mandaba 6-2 y daba la sensación de tener la situación completamente controlada, igual de poderoso con la derecha y con el revés. El número uno tiene de todo y posee un autocontrol asombroso.

«Me he recuperado, emocional y físicamente, de esa derrota en Montecarlo. Necesitaba descansar porque el inicio del año había sido muy exigente. Llegué aquí fresco y pude realizar entrenamientos de mucha calidad», explicó el serbio, quien también se deshizo en halagos para su oponente. «Llegó al partido sin demasiado que perder, y nos conocemos muy bien porque nos hemos entrenado juntos. Me veo reflejado en él, tenemos un estilo parecido. Para su edad, es muy maduro mentalmente y muy férreo en su juego. Tenemos una gran relación y trato de ayudarlo con algún consejo».

Coric, croata de 19 años, 40 del mundo y con excelentes maneras para hacerse un hueco entre los buenos, subió un poco el listón en la segunda manga e incluso se puso con bola de break a favor con 3-3, pero entendió la magnitud del gigante en cada peloteo largo. A Djokovic es dificilísimo cogerle y se sobrepuso con maestría, demoledor cuando huela a sangre. Llegó el décimo juego y ahí sentenció a la primera. El jueves se medirá a Roberto Bautista, que antes ganó a Feliciano López.

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