Mireia Belmonte: «Estoy ilusionada con la opción de ser la abanderada española en Tokio 2020»

La medallista olímpica atiende a ABC de Sevilla tras debutar en el 25º Medio Maratón de Sevilla

Mireia Belmonte posa con Martín Fiz y otros participantes a pocos minutos de comenzar la prueba Manu Gómez

Nacho Liaño

Marzo de 2016. Puente de Triana. Suena Coronación de la Macarena a medida que se derraman los ojos secos de la Virgen del Patrocinio, de la Hermandad del Cachorro, perdidos entre los varales de su palio, mientras se marcha de Triana. Una joven deportista catalana, de 1,70 metros, ojos azules, espalda de lepidóptero y un alma limpia como las piscinas olímpicas, contempla la escena sumida entre el desconcierto y la curiosidad. Por entonces, muchos titulares ya la habían tildado como «sirena». Aquella fue la primera Semana Santa de Sevilla que presenció Mireia Belmonte (Badalona, 1990).

En aquel momento, ya se había ganado el merecido premio de ser considerada una de las mejores nadadoras españolas de todos los tiempos: había conseguido medallas de oro en el Mundial de Dubái en piscina corta en casi todas las modalidades en las que había participado, se quedó a las puertas del oro olímpico en Londres 2012, y también tocó metal en el Mundial de Barcelona 2013. En Doha (2014) arrasó colgándose el oro en cuatro pruebas distintas. Pero le faltaba ganar el oro en los Juegos Olímpicos. La distinción más importante para cualquier deportista. Y Mireia Belmonte eligió Sevilla para prepararse de cara a Río. Cuatro meses y catorce días después de aquel viernes, del cuello de la betulense brillaba el más ansiado metal, que hizo de la sirena más hábil, la más reluciente mariposa en sus 200 metros olímpicos. O lo que es lo mismo en Sevilla: sólo fueron necesarios 139 días y un Viernes Santo para ver a Mireia Belmonte como medallista olímpica.

La deportista española estuvo presente, como embajadora del Circuito Nacional de Running Plátano de Canarias, en la 25ª edición del Medio Maratón de Sevilla . Volvió a encontrarse con la capital andaluza y, lejos de participar por meros motivos de marketing, la mariposa acuática aparcó sus alas, se metamorfoseó calzándose sus zapatillas y se tomó muy en serio una de las pruebas deportivas más populares de la ciudad. La dorsal número 14 de una carrera que ya brinda por sus bodas de plata hizo un tiempo de 1.39:21 en los 21.097 metros en los que consistió la prueba y, tras reponerse de la que fue su primera media maratón, a la medallista olímpica aún le quedaron fuerzas para hablar para ABC de Sevilla , medio oficial de la competición: «Ha ido bien», aseguraba Mireia, que ya se encuentra preparando los Juegos Olímpicos de Tokio que tendrán lugar del 24 de julio al 9 de agosto del presente año. «Al principio tuve un poco de incertidumbre por si podía acabarla. No estoy acostumbrada a correr una tirada tan larga, pero al final he disfrutado mucho. He ido progresivamente. Y la verdad es que correr por Sevilla da un gusto enorme», admitía la atleta.

La densa niebla que pobló las calles hispalenses no fue un problema para una de las deportistas nacionales más importantes del siglo XXI: «Es para todo el mundo igual, tienes que acostumbrarte a si hace frío o hace calor, si hace viento o niebla como hoy. Al principio ha habido un poco de frío, porque claro, correr a baja temperatura y a manga corta con el pantalón corto… Aunque cuando llevas 10 kilómetros en el cuerpo ya no se va notando. Al final sí que he ido más rápido y he entrado en calor», afirmaba la nadadora.

Mireia Belmonte se sigue preparando con tesón y constancia diariamente antes de tirarse a la piscina en la capital de Japón: «Ahora los entrenamientos son bastantes duros. Este mes de enero no he parado, he venido de Sudáfrica hace unas semanas. La semana pasada competí en 20 pruebas en tres días y medio. Y ahora una media maratón. Voy enlazando semana tras semana. Hay que trabajar mucho, tengo que hacer una gran base para que en julio y agosto tengamos una buena olimpiada», avisa la alumna más aventajada del entrenador Fred Vergnoux.

Belmonte no descarta repetir como fondista en otra ocasión, para volver a competir en Sevilla, y reflexiona sobre su capacidad deportiva tras 16 años en la élite: «Al final, es la capacidad de superarse a uno mismo. Siempre hay que luchar. Saber que puedes ser mejor que ayer, y seguir, seguir, seguir. Hay días que no te puedes levantar de la cama por lo cansada que estás, y hay días que estás mejor. Esos días que cuestan más son los que valen al final», argumenta la profesional, que dedica su tiempo libre a leer y a avanzar en su grado en Publicidad y Relaciones Públicas que estudia en la Universidad Católica de Murcia.

La medallista olímpica cierra la entrevista recordando aquel 2016 en el citado puente de Isabel II, antes de ver cruzar la «nebulosa trágica», aquel «río de miel lentísimo», que era el Cristo de la Expiración en los versos de Aquilino Duque, y se le enciende aún más la mirada, porque hoy, justo hoy, quedan sólo 178 días para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio , y en cada brazada, o en cada zancada, Mireia sólo tiene un objetivo: revalidar su medalla olímpica y seguir haciendo historia viva del deporte, ya sea como sirena en el agua o como la portadora tangible de todas las esperanzas deportivas de nuestro país.

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