Michael Johnson volvió a ser parte del viento en Sevilla 20 años después

El atleta estadounidense, que logró el récord mundial de los 400 metros lisos en los mundiales de Sevilla de 1999, revivió su gesta en La Cartuja e hizo un tour deportivo por la ciudad

Entre el Michael Johnson de arriba y el de abajo hay un récord y 20 años de historia del atletismo mundial AFP/EFE

Nacho Liaño

«La presión no es más que la sombra de una gran oportunidad». En casi 17 años de historia del atletismo, ningún ser humano corrió más rápido los 400 metros lisos que sobrevoló Michael Johnson (43”18 segundos). El exatleta estadounidense, de 52 años, que aprovechó por entonces la umbría ocasión para iluminarla de luz con cada una de sus zancadas, logró pulverizar el récord de Butch Reynolds y se almacenó en las retinas de la memoria de muchos sevillanos.

El que fuera plusmarquista volvió ayer al estadio de La Cartuja de Sevilla para rememorar la gran gesta del Mundial 1999, en una visita de nivel mundial, volviendo a ser -átomo libre e inalcanzable- parte indivisible del viento en Sevilla.

Sólo Wayde van Niekeerk , capítulo obligado en la historia de Johnson desde Río 2016, fue el único mortal capaz de detener el crono 6.198 días después con un tiempo menor. Lo dejó en 43”03. Para entonces habían pasado 885 semanas, o lo que es lo mismo, 203 meses. Un tiempo de clara hegemonía para Johnson, que también fue cuádruple campeón olímpico en Barcelona 92, Atlanta 96 -ostentando la plusmarca mundial de los 200 metros, antes de que cayera un rayo llamado Bolt en 2008- y Sídney 2000, además de ocho veces campeón del mundo.

En su palmarés también hay espacio para la medalla más brillante de su repisa: Un oro por su historia personal de superación. Y es que Johnson sufrió un ictus el pasado 2018 del que se ha recuperado progresiva y satisfactoriamente. Otra carrera ganada.

La visita de Michael Johnson a Sevilla, motivada por el premio leyenda que otorga el portal de información El Desmarque , ha provocado un alud en el ámbito deportivo de la ciudad, que ha querido rememorar, a través de las instituciones y entidades deportivas más representativas, la proeza del exatleta pudiendo recibir, además, su testimonio de forma directa de aquel momento histórico 20 años después.

Tras llegar el pasado jueves a la ciudad, Johnson fue recibido en la pasada jornada por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas , en un acto en las instalaciones deportivas municipales de San Pablo que reunió a centenares de deportistas andaluces, promesas del atletismo que quisieron acercarse al «Expreso de Waco» para conocer de cerca a uno de los velocistas más importantes de la historia del deporte organizado más antiguo del mundo.

Una carrera para la historia

El exatleta, que se retiró de las pistas en el año 2000, también participó en la divulgación del proyecto solidario Fundación Young Leaders, promovido por el Consistorio hispalense, para posteriormente reencontrarse con el recinto que le vio alzar el histórico vuelo. El estadio de La Cartuja, justo en la calle en la que corrió el estadounidense, la quinta, estuvo lista como aquel húmedo agosto de 1999, justo como también estaba preparado el marcador electrónico, que reflejó ese World Record que hasta hace sólo tres primaveras seguía ostentando.

Un número que le acompañará siempre a Johnson, que no dudó en posar como si hubiese traspasado la línea de meta unos minutos antes, superando la velocidad de los 33 kilómetros por hora en una carrera inolvidable.

Siguiendo su ruta por la capital andaluza, Michael Johnson visitó los dos grandes clubes de fútbol la ciudad. Comenzó el jueves acudiendo al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán , la casa del Sevilla FC , donde el tejano fue obsequiado con una camiseta del equipo sevillista con su nombre por el presidente José Castro , conociendo posteriormente todos los rincones del estadio nervionense.

Ayer fue el turno del Real Betis Balompié, que le abrió las puertas del estadio Benito Villamarín . Rafael Gordillo fue el anfitrión de Johnson, que pudo hacer un tour por el estadio verdiblanco, así como conocer a los futbolistas de la primera plantilla y disfrutar de una sesión de entrenamiento en primera persona.

Una vez pisó las pistas de La Cartuja, Johnson admitió recordar al instante lo que pasó hace 20 años. El tiempo siempre es relativo en Sevilla, donde a pesar de la sombra de la presión que antecede a las oportunidades, hay un hombre que se ganó el cariño de toda una ciudad y el respeto de todo el mundo en tan sólo 43 segundos y 18 centésimas. «Sevilla siempre estará en mi memoria », palabra de Michael Johnson. Y él siempre estará en la memoria de Sevilla.

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