Corteva Cocos: líder y aspirando a todo

El equipo sevillano femenino de rugby ha sido capaz de estar luchando por el «play off» en sólo dos temporadas en División de Honor

Ana Mencos Íñiguez

El rugby femenino sevillano ha necesitado sólo dos años en División de Honor para demostrar el potencial deportivo que hay en Andalucía. El Corteva Cocos Rugby subió de categoría en 2018 y actualmente es líder de la Liga Iberdrola , la máxima categoría nacional, lucha por un puesto en el play off y no se conforma con la cuarta plaza, quiere llegar al final de la fase regular en lo más alto de clasificación, lugar que ocupa desde hace dos semanas y por el que han peleado desde el principio de la temporada.

Durante cinco años las Cocos fueron campeonas de Andalucía pero hasta en cuatro ocasiones se quedaron a las puertas del ascenso. Pero a la quinta fue la vencida. El primer año el objetivo fue la permanencia, y aun con esa humilde intención consiguieron ser quintas. «Al principio lo pasamos un poquito mal, pero en el momento en que empezaron a creer en ellas, comenzaron a ganar partidos y consiguieron no sufrir por el objetivo», señala Manuel Sobrino , uno de los entrenadores del equipo radicado en Mairena del Aljarafe. Pero la revolución llegó esta temporada, «desde el principio estamos haciendo un juego muy eficaz, muy bueno. Y vamos primeras», señala la presidenta del club, Mariola Rus .

La máxima dirigente destaca el trabajo de las jugadoras y de los técnicos que las dirigen, Manuel Sobrino y Suso Romero. «Son dos entrenadores jóvenes, de veintipocos años, que además son jugadores y estudiantes. Para mí tiene muchísimo mérito lo que están haciendo ». Sobrino destaca que cuando empezaron a entrenar a las chicas «vimos que tenían potencial, que había cosas que con trabajo se podían conseguir y lo más importante ha sido hacerles ver que son capaces, que ellas se diesen cuenta de que podían llegar, dedicándole más tiempo, trabajando más y están demostrando que pueden que lo están consiguiendo. Todavía queda mucho pero están bien». Y es que el trabajo duro es clave en este grupo de jugadoras de rugby que comienza sus entrenamientos a las 21.30 aunque llueva y haga frío. Ese es el horario que han escogido para que todas puedan entrenar, porque como el rugby en España, y menos el femenino, no está profesionalizado , todas han de compaginar esta actividad deportiva con el estudio o el trabajo. «Lo toman como un sacrificio para poder seguir jugando porque algunas no podrían si no. Van a entrenar sabiendo que van a salir tarde a cenar, que se acostarán tarde y se levantarán temprano, pero lo tienen tan interiorizado que estamos acostumbrados», comenta Sobrino, que sufre con las jugadoras el horario de los entrenamientos de martes a jueves. «Las chicas se cuidan muchísimo. Siempre digo que son deportistas profesionales a nivel de cuidado, físico y trabajo pero no lo son a nivel económico», comenta Rus.

Esta no profesionalización no sólo repercute en la hora de entrenar sino que además «a las jugadoras les cuesta el dinero, tienen que pagarse su ficha, pero gracias a los patrocinadores en el club hemos conseguidos abonarles los traslados de calidad: en AVE o en avión. Es un gran esfuerzo personal para ellas porque entrenan todos los días, descansan el sábado y juegan el domingo pero al día siguiente tienen que ir a trabajar», destaca Mariola Rus. «Las chicas están viajando en el día, llegando preparadas y bien descansadas, y eso también está influyendo en los resultados», añade Sobrino. Cuando saltan al campo los entrenadores les piden «que confíen en ellas mismas porque el rugby es un deporte muy emocional en el que estar concentrado y al cien por cien de ganas es diferencial».

La máxima dirigente del equipo sevillano fue una de las pioneras del rugby femenino nacional y es una de las cuatro mujeres que forman parte de la junta directiva de la Federación Española de Rugby . Allá por los años 80, cuando estudiaba en Madrid, se formaron tres equipos aunque no existían fichas femeninas, algo que fueron a reclamar a la Federación. «Al principio no lo pusieron fácil. Una vez que empezamos a trabajar con la Federación ellos mismos se dieron cuenta de que la chicas somos supertrabajadoras, intensas y si queremos algo lo vamos a conseguir porque somos muy constantes. Al poco tiempo surgió el primer Mundial femenino en Gales y nos inscribieron como selección y fue como se comenzó a ver que existía el rugby femenino».

La presidenta de las Cocos tuvo que volver a empezar de cero cuando volvió a Sevilla, dónde no había ninguna jugadora, pero esta vez lo tuvo más fácil porque tenían a la selección como referencia. Hace más de treinta años comenzaron a tener chicas en el Universitario de Sevilla CR . A nivel regional se comenzó a competir hace 25 años, siempre intentando que hubiese un equipo por provincia, aunque los más estables han sido Málaga, Granada, Sevilla y El Puerto. En la máxima categoría a día de hoy sólo está el equipo sevillano. «Aunamos el esfuerzo de toda Andalucía. No es que sea un equipo sevillano, que lo somos, pero a nosotras lo que más nos gusta es que a los partidos viene gente de toda Andalucía que nos apoya para que sigamos ahí. De hecho, todas las jugadoras jóvenes se están viniendo a jugar con nosotras y eso para mí es un honor. Tener todo el potencial femenino andaluz es lo mejor que me puede pasar como presidenta», concluye.

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